El tenis español sigue de enhorabuena. El triunfo final de Rafa Nadal fue la guinda a la mejor actuación de la historia de los tenistas españoles en el Abierto de Estados Unidos, logrando igualar la cifra récord de seis jugadores en octavos de final del cuadro masculino de un torneo de Grand Slam, que databa del Roland Garros de 1998.

La excelente participación española en Nueva York tuvo la máxima expresión en el triunfo de Nadal, quien ganó por primera vez el Abierto de Estados Unidos y completó de esta forma el Grand Slam, siendo el séptimo jugador en la historia que lo consigue.

Si importante fue la victoria y todo lo que supone, también lo fue cómo el de Manacor lo consiguió, exhibiendo un juego muy sólido durante todo el torneo, en el que solo cedió un set y en la final, y demostrando que ser el número uno del mundo no es excusa para no tratar de mejorar cada vez más.

Continua progresión

El jugador de Manacor mejora cada año un arma de su arsenal y en este torneo de Nueva York ha sorprendido a todo el mundo con un saque efectivo y potente, con porcentajes de velocidad superiores a tenistas que tradicionalmente sacaban más fuertes que él.

Una ligera variación en su grip , decisión que tomó antes de este torneo, y una mayor confianza parecen haber obrado esta conversión que le ha llevado a ser el jugador que menos juegos ha perdido con su servicio en la historia moderna del torneo, con tan solo cinco, igualando el récord de 2003 de un cañonero como Roddick.

Aunque Nadal se lleva ahora todas las portadas, los jugadores españoles se convirtieron en los grandes protagonistas de la primera semana del torneo, con un porcentaje altísimo de victorias, que les llevó a igualar el récord de participantes no norteamericanos en una tercera ronda, que tenía Australia con nueve jugadores desde 1969.

La prensa internacional se volcó con los jugadores españoles a los que preguntaron por la gran mejoría mostrada en España en las superficies rápidas. La respuesta fue unánime por parte de todos: "Hace ya muchos años que los tenistas españoles juegan bien en todas las superficies no solo en tierra batida".

Para ello, aseveraron que ahí están los títulos y buenos resultados conseguidos en distintas superficies durante los últimos años y no solo por Rafa Nadal.

Además, argumentaron que en el tenis actual es necesario saber jugar bien en pista rápida, ya que es la superficie de dos de los cuatro Grand Slams y de buena parte de los Masters 1000, torneos es lo que se reparten la mayoría de puntos para poder estar en la zona alta de la clasificación.

La desgracia para los jugadores españoles fue que la mayoría de ellos iban por la zona alta de cuadro y hubo muchos enfrentamientos entre ellos, un total de cinco, lo que llevó a que antes de disputarse la ronda de octavos ya estuviera garantizada la presencia de un jugador español en las semifinales.

Al margen del gran triunfo de Nadal, Verdasco igualó su mejor actuación al alcanzar los cuartos de final del pasado año, mientras que David Ferrer, que perdió en octavos ante el jugador madrileño en un partido épico, abandona Nueva York como top ten , una posición de la que salió hace dos años.