La temporada no ha acabado, pero los teléfonos de los representantes de los futbolistas empiezan a echar humo. El mercado de fichajes de verano ha arrancado en Europa con uno de sus principales motores en la Premier League, en la que se decide el futuro de algunos de los futbolistas más deseados del momento, como el galés Gareth Bale, el uruguayo Luis Suárez o el inglés Wayne Rooney.

El Madrid es uno de los clubs que ha orientado su punto de mira hacia las islas británicas, donde se libra la batalla por Bale, el joven extremo del Tottenham llamado a ser, a sus 23 años, la nueva estrella del fútbol europeo, así como por el polémico Luis Suárez, consagrado como uno de los goleadores más eficientes de Inglaterra.

Pocos días después de que el Barça haya dado un golpe de efecto con la contratación de Neymar, el club blanco habría puesto sobre la mesa una oferta de 60 millones de libras (70 millones de euros) por Bale, según el tabloide Daily Mirror , si bien su órdago por el joven talento tendrá que competir con las propuestas de otros grandes clubs.

El presidente de los Spurs , Daniel Levy, fichó personalmente a Bale cuando tenía 18 años y no tiene intención de dejarlo marchar sin exprimir su precio, sobre todo cuando conoce el interés del Manchester United, el City, el Chelsea y el PSG por el extremo, con contrato en Londres hasta 2016.

El red Luis Suárez también escucha ofertas de los principales clubs europeos, con el Madrid de Florentino Pérez, que sigue sin desvelar cuál será su entrenador la próxima temporada, como uno de sus posibles destinos tras finalizar una temporada como segundo máximo goleador de la liga inglesa, con 23 tantos.

El controvertido delantero, que la temporada pasada recibió ocho partidos de sanción por comportamiento racista y esta ha sido apartado durante diez encuentros por morder a un rival, dijo esta semana que está cansado de los "ataques de la prensa inglesa" y que, a pesar de que "ama" al Liverpool, "sería difícil decir no" al Madrid si se concretara una oferta.

Según la prensa británica, tanto el United como el City están dispuestos a hacer una oferta cercana a los 29 millones de euros por el centrocampista español del Barcelona Cesc Fàbregas, que volvería al campeonato donde se forjó como estrella.

Otro azulgrana, el delantero David Villa, parece ser la pieza que le falta al portugués André Villas-Boas en el Tottenham, que estaría dispuesto a pagar 14 millones de euros por el español, para afrontar la Liga Europa la próxima temporada y tratar de clasificarse para la Champions .

El Liverpool también ha puesto su vista en el mercado español y todo apunta a que cerrará un trato por 9 millones de euros con el Celta de Vigo por el delantero gallego Iago Aspas.

Fernando Torres, por su parte, ha vuelto a ocupar espacio en algunos medios, que especulan con su inclusión en un trato entre el Chelsea y el Nápoles para llevar al uruguayo Edinson Cavani a Inglaterra a cambio de 30 millones de euros más el exdelantero del Atlético de Madrid.

NUEVOS MILLONARIOS El fútbol francés también ha entrado en la era de los millones. Si primero fue el PSG, adquirido por un fondo catarí, ahora lo hace el Mónaco, propiedad de un multimillonario ruso. Y está preparando una plantilla a base de talonario y lleva ya gastados más de 130 millones de euros en fichajes. Ya son oficiales las llegadas de Joao Moutinho (25 millones) y James Rodríguez (45). Y en breve oficializará la llegada del colombiano Radamel Falcao, por el que va a pagar al Atlético 60 millones.

En su agenda puede haber algún futbolista más la Liga española, como Víctor Valdés, que ha convocado hoy a la prensa para hablar de su futuro, que puede estar en el Principado.

Por el momento, el PSG no ha anunciado ningún fichaje de talla, a la espera de que se conozca si Ancelotti sigue en el banquillo la próxima temporada. Pero la campaña próxima se anuncia ya como un choque de trenes en Francia entre estas dos potencias, entre los petrodólares cataríes que alimentan al PSG y el dinero procedente de Rusia que llena las arcas del club del Principado. En España, aparte del desembolso del Barça por Neymar (¿60 millones?), aún no ha pasado nada, pero el Madrid espera.