Dando por sentado que el proyecto contempla un primer patrocinador, el Spiuk, más otro, una firma madrileña, antes de cualquier presencia institucional en forma de tercera o cuarta aportación, hay que decir a los cuatro vientos que la escuadra segedana merece dar el salto al pelotón profesional. Vamos, que si esto fuese fútbol, baloncesto, balonmano..., se habría ganado el ascenso a pulso en una temporada absolutamente pletórica. Y los políticos deberían poner su parte para no estar de espaldas a la realidad y aclararse. Que la pista de la nueva aventura ciclista salió de boca institucional en medio de la euforia de la salida oliventina de la Vuelta.

*Periodista