Seguramente el mejor publicista firmaría la frase que soltó el entrenador del Mérida, Mehdi Nafti, en la rueda de prensa previa al derbi de mañana en el Romano entre el equipo emeritense y el Badajoz: «En Segunda División B hay muchos partidos aburridos, este va a ser una fiesta». Más allá de querer hacer un llamamiento a la afición, lo hizo porque sabe que durante la temporada no hay muchas citas en las que el aficionado pueda disfrutar tanto de un partido antes, durante y (si se gana) después del mismo. También tiró Nafti de otras frases más típicas como que «el equipo nota el respaldo de la afición», porque a las pruebas de las tres primeras jornadas en casa se remite en las que la afición ha sido «nuestra vitamina cuando estábamos cansados y nuestro psicólogo cuando lo pasábamos mal».

Además de la duda de Mustafá, el técnico también tiene las de Javi Gómez, también con un problema en los isquiotibiales, y de Paco Aguza que se torció el tobillo en Murcia. «Habrá que analizar las necesidades y los riegos, además de escuchar la opinión de los futbolistas y de los médicos», reconoce el entrenador, que no se plantea si es favorito o no su equipo para el choque, simplemente «me siento con mucha confianza y responsabilidad por lo que supone ganar este partido», afirma Nafti, quien parece que ha aprendido lo que supone este derbi pues «la gente por la calle y mis vecinos me lo han dejado muy claro».

El Mérida por ahora ha ganado todos sus partidos como local, unos con más apuros como el del San Fernando (2-1 con la remontada en los últimos minutos) y otros de manera más clara como la goleada a Las Palmas Atlético (4-0). Su última victoria fue ante uno de los gallitos del Grupo IV, el Cartagena (2-1).