MÉRIDA - 1

REAL MURCIA - 0

Mérida AD: Javi Sánchez, Melchor, Emilio Cubo, Mario Gómez, Salvi, Iosu Villar (Jesús Mena, min.84), Arturo Segado, Chirri Monje, Gaspar (Santi Villa, min.77), Antonio Pino (Rafa Mella, m. 63) y Miguel Ángel Espinar.

Real Murcia: Marcellán, Álvaro Rodríguez, Antonio López (Pedrosa, min.83), Juanra, Iván Pérez, Armando, Juanma (Toril, min.75), Meseguer, Josema, Dorrio y Chumbi (Víctor Curto, min.58).

Gol: 1-0 Miguel Ángel Espinar, min.31.

Árbitro: Orellana Cid. Andaluz. Amonestó con la tarjeta amarilla a los jugadores locales Iosu Villar, Chirri Monje, Miguel Ángel Espinar y Santi Villa, y a los visitantes Juanma y Josema.

Estadio: Romano.

Espectadores: 3.800.

El Mérida sabía que la vida le iba en el encuentro de ayer frente al Real Murcia y así se lo tomaron todos, desde los jugadores hasta la afición, que respondió a las medidas tomadas por el club con una entrada superior a la habitual de 3800 espectadores. Al final, triunfo de puro oro que da vida a los de Juanma Barrero, que debutaba en el banquillo.

En la previa, el flamante entrenador local no quiso dar pistas sobre un posible once ni de la disposición táctica, lo único que dejó claro es que quería que su equipo fuera muy agresivo y así lo fue hasta que el duró la energía, a partir de ahí supo competir y sufrir para mantener el uno a cero conseguido por Miguel Ángel Espinar a los 31 minutos.

Barrero dispuso un 4-4-2 claro con Gaspar en la derecha a pierna cambiada. Pero más allá del dibujo táctico, lo que caracterizó a su nuevo Mérida es que fue a presionar en campo contrario desde el primer minuto con una defensa muy adelantada que provocaba que el Real Murcia no estuviera cómodo desde el principio.

Antes de que se cumpliera el primer minuto, Chirri Monje asistió a Antonio Pino para plantarlo ante Marcellán que con el pie evitó el gol local. La respuesta visitante llegó tres minutos después con una falta lejana lanzada con dureza por Armando que Javi Sánchez paró en dos tiempos.

La actitud emeritense de presionar en campo contrario fue muy agradecida por la grada, además permitía que la pelota estuviera mucho tiempo en las botas de los jugadores con más calidad de los emeritenses. De esta manera llegaría el gol. Pino cayó a la derecha para asociarse con Gaspar, con una pared terminaría centrando el delantero desde la derecha para que la peinara en el primer palo el centrocampista y Miguel Ángel Espinar muy atento, la empujara en el segundo.

La actitud valiente tuvo el premio del gol, pero el ritmo alto que habían impuesto al partido era insostenible, por lo que el Real Murcia se estiró en el tramo final del primer acto, aunque sin peligro alguno.

En la segunda parte, los murcianos quisieron ir a por el partido pero el Mérida sacó un gen competitivo apenas percibido durante la competición. Los locales fueron capaces de sufrir y de defender las innumerables jugadas a balón parado que tuvieron los visitantes, quiénes solo consiguieron un remate peligroso de Toril al que respondió Javi Sánchez.

El Romano quiso llevar a los suyos en volandas cuando veían que las fuerzas empezaban a flaquear, pero al final, los de Barrero se multiplicaron para que los tres puntos, que son maná, no se marcharan de la capital extremeña.

Al final, el Mérida indudablemente sigue vivo, aferrado a sus opciones de permanencia en la categoría. Nuevos aires corren por el Romano.