Incertidumbre. Este es el término más adecuado para definir, hoy, el presente y el oscuro futuro que parece aguardar al Mérida. Con el ambiente cargado de dudas, el equipo romano recibe al Linares en un choque intrascendente, que, al menos, le sirve como despedida de su afición... quién sabe si para siempre.

Anoche se cerró la prórroga de cinco días hábiles del proceso electoral y, como era previsible, volvió a no presentarse ninguna candidatura, por lo que la junta gestora sigue al frente del club.

El partido ante el Linares, casi con absoluta seguridad, será el último de Andrés Tébar y de toda la plantilla ante la afición emeritense, pues se trata de profesionales que buscarán asegurarse su futuro cuanto antes.

Quero, jugador del Mérida CP en la 92-93 y 93-94, será la referencia ofensiva del Linares.