El Mérida apura los últimos cartuchos para que, a las 0.00 de hoy, no sea declarado equipo de Tercera División por impago de deudas a los jugadores. El club --o lo que queda de él-- detecta ciertos síntomas de esperanza para que la solución dé un giro inesperado, coincidiendo con el fin de la moratoria concedido por la Federación Española. Aunque sigue siendo muy difícil, Gudi, secretario técnico de la entidad y que está llevando las negociaciones para intentar la salvación, ha conseguido el compromiso de varios jugadores de que retirarán las demandas.

Para que el club no baje se necesita que lo hagan todos, pero de momento Gudi ya parece haber convencido a alguno de que la única manera en la que tienen opción de cobrar es quitando las denuncias, porque de lo contrario el Mérida tiene muchos visos de desaparecer. Son 35 jugadores los que reclaman un dinero que supera los 400.000 euros y el pesimismo, pese a la conmoción que supondría un nuevo golpe al fútbol emeritense, sigue siendo lo que impera.