Mérida y Villanovense afrontan el choque de rivalidad regional de la tarde. Ninguno anda sobrado de puntos, aunque son los serones los que más presión tienen. Sin embargo, el conjunto de la capital autonómica quiere acercarse a la parte de arriba de la clasificación.

La directiva del Mérida quiere que en las gradas haya el mayor ambiente posible y por eso ha repartido entradas para menores de doce años en los 21 colegios de la ciudad y en los de municipios cercanos.

La plantilla dirigida por Jaime Molina ha pasado una semana donde la nota predominante ha sido la tranquilidad, con buenas sesiones de entrenamientos y con la duda de Alberto ya despejada, pues el central podrá estar.

"Si queremos estar arriba no podemos perder puntos en casa", aseguraba Juan Carlos esta semana, pero los emeritenses también son conscientes de que contra rivales de la parte baja de la tabla se ha sufrido esta temporada en casa.

"Frente al Cartagena, el Villanovense hizo un gran partido en defensa y quizás le faltó algo de pegada", añade el entrenador emeritense, que también sabe que "Alberto Parras nos conoce a la perfección".

Con respecto al once titular de la pasada semana, en principio, Carreño volverá a la titularidad, supuestamente por Carlos Rubén, aunque también podría empezar en el banquillo Segovia y que el propio Carlos Rubén acompañara a Juan Carlos en el medio-centro.

PAIXAO, BAJA Para los locales es el segundo derbi de la temporada y no podrán contar con Paixao, sancionado con dos encuentros por su expulsión ante el Baza. Parras confía que finalice la mala racha que ha perseguido al Villanovense desde que comenzó la competición. "Esto no se puede arrastrar durante toda la temporada y el buen juego que estamos realizando tiene que dar sus frutos" sentenció.

La plantilla ha cambiado sus entrenamientos al campo de césped artificial debido al arreglo del terreno de juego del Romero Cuerda. Las intensas lluvias de estas últimas semanas había dejado el campo en condiciones pésimas. El pasado lunes se procedió al tapado manual del bacheado del césped; posteriormente se abonó, enraizó, se sembraron las semillas y se ruleó. La última fase es que el césped descanse 15 días, en los que el Villanovense no jugará en casa.