Mientras otro equipo de la capital autonómica, el Imperio, celebra su retorno a Tercera, la incertidumbre sigue instalada en el Mérida.

Tras finalizar el viernes el proceso electoral sin que se presentara ninguna candidatura, el club sigue funcionando en manos de la comisión gestora, que, por ahora, ni siquiera se ha planteado convocar nuevamente elecciones.

El motivo es muy sencillo. Aunque los meses de julio y agosto son considerados inhábiles, si cuenta con el consenso de los socios compromisarios, la Territorial daría luz verde a la llegada de alguien interesado en presidir el club para evitar que pudiera verse abocado a una situación irreversible.

Otro detalle importante es que la deuda de unos 210.000 euros que el club tiene con los jugadores no le impedirá jugar la próxima temporada en Tercera. Tampoco es menos cierto que, si el Mérida retorna a Segunda B, antes tendría que liquidar esa deuda.

Por otra parte, la denuncia presentada por el entrenador, Andrés Tébar, incrementa la deuda de la entidad en otros 10.500 euros, por lo que los números rojos del Mérida en la actualidad se cifran en torno a los 265.940 euros.