Real Madrid Castilla - 2: Felipe; Villafañe (Velayos, min. 34), Agus, Gary, Marcos Alonso; Palanca (Szalai, min. 53), Tebar, Mosquera, Vázquez; Bueno (Denis, min. 89) y Acuña.

Mérida - 0: Garavano; Samir, Molina, Jesule, Troyano; Ismael (Gaspar, min. 74), Xavi Moro, Chus Bravo (Enzo Noir, min. 62), Jandro; Víctor Bravo (Stoeten, min. 81) y Sabino.

Goles: 1-0, min. 15, Agus; 2-0, min. 78, Bueno.

Arbitro: Iglesias Villanueva (colegio gallego). Amonestó a Gary y Acuña por parte del Castilla y a Xavi Moro, Jandro y Sandro por parte del Mérida.

Incidencias: Encuentro disputado en el estadio Alfredo Di Stefano de la Ciudad Deportiva del Real Madrid, en Madrid, ante unos 1.200 espectadores, unos 300 aficionados del equipo emeritense.

El Mérida salió derrotado (2-0) en su visita al Real Madrid Castilla en un encuentro en el que mereció más, pero el equipo local cuenta con mucha calidad y sólo necesitó de una falta y una contra para conseguir unos puntos que bien necesitaba el conjunto extremeño en sus intereses de jugar la liguilla de ascenso.

El Mérida llegó a Valdebebas muy voluntarioso y con la moral añadida de haber resuelto parcialmente sus problemas económicos al cobrar buena parte de la deuda que arrastraban los jugadores. Enfrente estaba un rival directo en esa lucha, un Castilla con mucha calidad en sus botas pero muy irregular en sus resultados..

El Mérida presentó un equipo con la intención de jugar por las bandas, una medular con muchas ganas de balón, y una delantera móvil ofreciéndose por todos los huecos, ayudando en labores ofensivas y permitiendo el rematar a la segunda línea incorporada al ataque.

Pero hoy el Castilla sabía que sus sueños de ascenso a Segunda pasaban por la victoria ante el conjunto emeritense con lo que pese a que Szalai no estaba sobre el campo, debía volver a ser el de inicios de temporada, si querían conseguir los tres puntos.

PELIGRO DE LOS LOCALES Ante estos planteamientos ofensivos y ante tanta necesidad de goles y puntos, ambos equipos se volcaron al ataque, el Castilla dominaba pero al mismo tiempo era algo tierno en defensa por lo que no era capaz de contener los ataques visitantes.

Aún así, el mayor peligro salía de las botas de los locales. Garavano tenía que remangarse por primera vez en el diez ante un lanzamiento a la base del poste de Acuña, muy trabajador pero errático a la hora del disparo.

La calidad de los filiales es innata y son capaces de sacar oro de cualquier jugada, y eso fue lo que sucedió en el 15 cuando Agus remataba de cabeza un balón a saque de falta botada por Mosquera. Se adelantó a todos y con Garavano descolocado, esperando el remate en el punto de penalti, logró el gol.

Con el marcador en contra el Mérida se fue aún con más intención al ataque, pero eso le suponía muchos espacios atrás, y eso ante tanta calidad puede ser contraproducente.

La delantera visitante se mostró muy voluntariosa, bajando hasta la medular para ayudar, empujando a la defensa hacia atrás, para en el último momento dejar el balón a la segunda línea rematar desde lejos.

Ahí fue donde apareció Jandro quien desde su banda derecha y ante Marcos Alonso hizo lo que quiso, obligando al joven lateral a quedarse siempre atrás impidiéndole subir al ataque como suele.

El silencio se hizo en el estadio en el minuto 33 cuando un balón en largo destinado a Ismael, Villafañe intentó cortar, lo consiguió en falta, chocaba con el extremo y caía espectacularmente sobre al césped golpeándose la cabeza y doblándose el cuello.

Quedó tendido inconsciente, pero al poco recuperaba la movilidad y dejaba su sitio a Velayos. Como anécdota de esta jugada, que pudo terminar peor fue que se salvó de la amonestación por parte de un colegiado que siempre tuvo la tarjeta en la mano.

SIN REACCION En la segunda mitad el encuentro bajó en su vistosidad. El Mérida fue más contemplativo, estudiaba mejor sus opciones y dejó al Castilla llevar la manija para que se desgastara. Además, la medular extremeño desapareció en la creación, ése fue el primer cambio que hizo el Milojevic.

Mientras, Lopetegui continuaba con su guerra interna y sacaba a Palanca, un extremo muy rápido para dar entrada a Szalai, con lo que reubicaba su delantera y dejaba al equipo sin extremos puros, así el balón llegaría peor arriba pero cuando lo hacía tenía más peligro.

Y fue cuando el Mérida comenzó a dominar y crear peligro cuando el Castilla conseguía el segundo.

Hacia el minuto 70 se decidían a controlar el encuentro y buscar con más intención la portería de Felipe, el Castilla cedía metros y Sabino cerca estuvo de lograr el empate en el 72 cuando metía la puntera en un centro de Gaspar, pero el balón golpeaba la red por fuera. El público cantó el gol.

Al Castilla sólo le quedaba la opción del contragolpe, como si estuviera jugando a domicilio, y en una de estas llegó el segundo. Szalai la condujo medio campo y solo ante Garavano lanzó a puerta, el meta detuvo, pero el balón quedó muerto en el punto de penalti para que Bueno que llegaba en carrera rematara en segunda instancia. El zaguero volvió a detener pero no para y el balón, de nuevo muerto, entró mansamente en la portería.

El público comenzó a abandonar, pero el Mérida continuó intentándolo hasta el último minuto pero ayer la defensa del Castilla se mantuvo en su sitio y no cometió los errores de concentración habituales.

Al final, derrota del equipo emeritense que sabe peor puesto que fue ante un rival directo por estar en la liguilla de ascenso a Segunda División.