La derrota del pasado domingo del Mérida (0-1) frente al Recreativo de Huelva, ha colocado a los de Santi Amaro como colistas con dos puntos, a dos del Recreativo Granada que marca la salvación y es el próximo rival de los emeritenses (domingo, 11.00 horas). Tras esa jornada, el Romano será visitado por el Villarrubia que actualmente también está en descenso con un punto más que los extremeños. Así pues, al Mérida se le presentan dos jornadas ante rivales directísimos que deben servir para empezar a alzar el vuelo en la competición, ya que todavía las diferencias de puntos se mantienen en menos de un partido de distancia.

A pesar de todo, el Mérida está haciendo buenos partidos pero sigue sin aprovechar sus ocasiones, ni siquiera a balón parado, en la primera parte del último partido, tuvo seis saques de esquina y no remató con peligro en ninguno. En la faceta defensiva, también estaban completando un buen encuentro, sin permitir ninguna ocasión, pero la inexperiencia volvió a pasarle una mala jugada a los jugadores emeritenses, ya que por el ímpetu de ir a por la victoria, quedó desguarnecida la defensa, pues nadie se percató de que quien tenía que evitar la contra recreativista era Diego del Castillo, lesionado, por lo que llegó tarde a la presión, lo que provocó que Curro no pudiera interceptar la transición y que Melchor tampoco incomodara a Carlos Martínez, quien puso un centro perfecto que superó a Álex Jiménez, y que remató a placer Chuli adelantándose a Javi Chino. Un único error, que vuelve a penalizar a los romanos.

Por otro lado, cuando no han sido los penaltis ni los árbitros, aunque Carralero Calvo le perdonó la expulsión al recreativista Gustavo, son las lesiones. Los emeritenses tuvieron que reponerse a las lesiones de Poley y Pino en el mismo minuto, además de aguantar con Del Castillo.

Tanto Gonzalo Poley como Diego del Castillo parece que podrán llegar al domingo, mucha más preocupación hay con Antonio Pino que tuvo que abandonar el terreno de juego en camilla y tapándose la cara con las manos. La jugada fue fortuita en una acción con Isi Ros en la que el delantero se giró la rodilla.