Cita de doble filo en la capital autonómica extremeña. El Mérida es noveno en la clasificación a cuatro puntos de la posición que da derecho a jugar la Copa del Rey la próxima temporada. Sin embargo, el grupo IV de Segunda B está tan igualado que el cuadro emeritense, que se enfrenta al quinto por la cola, el Linares se complicaría la vida en caso de derrota. El choque es a las 17.00 horas en el estadio Romano.

Esta es la lectura de un aficionado romano realista, pero algo pesimista. También se puede hacer otra: si se gana, además de asegurar la categoría "en un 99%". según el entrenador del Mérida, Antonio Gómez, podría acabar la jornada a un solo punto de la Copa.

LAS PERSPECTIVAS La victoria del Mérida también se hace necesaria porque la grada romana se está llevando demasiados palos en casa, algo a lo que no estaba acostumbrada en las últimas campañas. Es decir, el Mérida tiene que ganar para no complicarse la vida, para luchar por jugar por la Copa y, sobre todo, para que la afición vuelva a tener una alegría.

Gómez solo tiene la baja de Paco Borrego por acumulación de tarjetas, por lo que Zamora volverá al eje de la zaga y Javi Chino al pivote defensivo. Hay dos dudas: quién acompañará a Borja en la pareja de interior, si Iván Matas --que tuvo que ser sustituido en la última jornada-- o Vicente Moscardó, que ya está recuperado, pero que lleva varias jornadas en el dique seco. La otra duda está en la banda. Gómez puede apostar por un extremo puro como Aitor o por Troiteiro, que ofrece más posesión y asociación en el centro del campo.

Enfrente estará un Linares que buscará, principalmente, puntuar. Es decir, que incluso el empate lo puede dar por bueno, por lo que cederá toda la iniciativa a su oponente. Sus bajas son Carles, por sanción, y Rodri, por lesión, ambos centrocampistas.