En el resto de Extremadura también hay problemas. El Mérida de fútbol todavía no ha conseguido saldar sus deudas contraídas con los futbolistas, algo que parece que se va a solucionar poco a poco, pues las gestiones del presidente de la entidad, José Fouto Galván, están empezando a dar sus frutos, pues ha conseguido que haya nuevas empresas patrocinadoras en el club.

El club extremeño más importante de la actualidad trata, también, de sobrevivir en una categoría realmente complicada, económicamente muy difícil de sostener.

La realidad del Mérida es similar a la de otros muchos clubs de Segunda B, en los que el retraso en alguna mensualidad es algo habitual, ya que la entrada de dinero por abonos, taquillas, publicidad y televisión es bastante escasa. Sin embargo, en el caso emeritense, la falta de claridad a la hora de explicar la situación real es lo que ha provocado especulaciones con los consecuentes problemas, incluso dentro del propio vestuario.

Las informaciones que llegaban desde el club nunca han coincidido dependiendo de quien las diera. El presidente siempre ha intentado quitarle hierro al asunto, pero en ocasiones ha caído en contradicciones de lo que en realidad se adeudaba a los jugadores, además su tono en las explicaciones públicas no ha caído bien en el seno del vestuario.

Por otro lado, la plantilla, que en lo deportivo se está comportando de forma sobresaliente, no ha tenido unanimidad a la hora de realizar una queja pública, se ha amagado con plantes y camisetas alusivas, pero nunca han sido realmente claros sobre su situación para evitar especulaciones sobre ellos y el propio club, un club que está en su mejor año deportivo de las últimas temporadas, incluso con opciones de ascenso, pero del que no se está disfrutando todo lo que se debía por especulaciones y falta de claridad, además de falta de dinero.