El Mérida superó la barrera de los 600 abonados el miércoles pasado, minutos antes del inicio de su partido ante el Villanovense, coincidiendo con la fecha del 20 de agosto.

Tomando este día como referencia, indicar que el Mérida, hace un año, tenía 450 abonados, es decir, 150 menos que ahora.

Sin embargo, hace dos años, coincidiendo con el debut en Segunda B, el cuadro romano contaba con 750 abonados a estas alturas. O sea, 150 más que ahora.

Los datos siempre son fríos pero demuestran que este verano la afición emeritense parece despertar de su letargo. Pese a todo, en la sede del club siguen expectantes porque la meta es llegar al millar (los mismos que hace dos años). Tiempo hay hasta el 19 de septiembre, que es cuando finalizará la campaña.

Todavía hay muchos fieles aficionados que no se pasaron por las oficinas a renovar su carnet, aunque lo harán antes del choque liguero ante el Marbella del próximo fin de semana, por lo que aún se espera un importante impulso a la relación de abonados.

Además, los padres pagarán este año 80 euros por cada hijo que juegue en las categorías inferiores o bien deberán abonarse.

EMPATE EN ALBURQUERQUE

En cuanto a la actualidad deportiva del equipo, el conjunto emeritense disputó ayer un encuentro amistoso en el estadio Municipal de Alburquerque en el que el resultado fue de empate a uno.

El conjunto emeritense se adelantó en el marcador en la primera mitad, al marcar Raúl Morales a la salida de un córner, ejecutado por el debutante Benítez.

Tras el descanso, el Mérida se vio beneficiado por un penalti cometido sobre Rai Ortega, que su hermano Paco no pudo aprovechar.

El Alburquerque estableció la igualada en la recta final del choque. El equipo visitante dispuso de varias ocasiones claras para haberse hecho con la victoria, como por ejemplo un disparo al palo de Amaro en el último minuto del encuentro. Pese al empate, el Mérida mejoró respecto a la discreta imagen mostrada en otros ensayos de la presente pretemporada.