La normalidad es la tónica de las primeras sesiones de entrenamiento del Mérida tras las vacaciones de Navidad, vacaciones que se alargaron hasta el 2 de enero por la victoria en Aguilas.

Antes de los días de asueto, los únicos problemas físicos los tenía Segovia, renqueante de su gemelo, y Sergio, que se perdió las dos últimas convocatorias por un esguince en el tobillo. Ambos están recuperados, por lo que ha día de hoy, Fabri podrá contar con la totalidad de la plantilla, que ha vuelto con las pilas recargadas y alguno con algún kilo de más.

La primera cita tendrá el próximo domingo a partir de las cinco de la tarde en el Municipal Romano con la visita del Baza. Un equipo que ocupa la posición de la promoción de descenso con diecinueve puntos, pero que se presenta como un rival temible, ya que observando exclusivamente los números conseguidos a domicilio, el equipo granadino ha cosechado 12 puntos, uno menos que el propio Mérida, quien precisamente comanda esta clasificación empatado con el Ecija. Además, en el Baza hay hasta tres exemeritenses, los tres pilares importantes del último ascenso a Segunda B: Jonathan Rey, Belencoso y Muiño.