Se está acabando marzo y con ello uno de los meses más bonitos de la temporada. Es el mes donde por unas causas u otras el pabellón empieza a registrar un mayor aforo, no sé muy bien si es porque la gente de Cáceres, influenciada por los días primaverales, se empieza a echar a la calle o por las diferentes acciones que realizamos con nuestras visitas. El caso es que venís más a animarnos. Ahora, si queremos ganar este partido, tendremos que conformarnos con ver los días primaverales por la ventana y los anteriores partidos del Cáceres que están colgados en internet, pero nada es eterno.

A mí me encanta marzo, no solo por lo que os he comentado antes, sino porque es cuando realizamos actividades con diferentes asociaciones en lo que llamamos el Mes de la Inclusión. ¿Qué es? Es un proyecto que llevamos a cabo desde el club gracias a la financiación de Obra Social laCaixa y la colaboración de la Fundación Valhondo Calaff con el objetivo de ayudar a todas aquellas personas que se encuentran en riesgo de exclusión social.

Los baloncestistas profesionales estamos tan metidos en dinámica de competición que a veces no nos damos cuenta de lo que hay más allá de nuestra burbuja. Pero como deportistas debemos ser un ejemplo para los más pequeños, ya que para muchos somos el espejo donde mirarse y quieren ser como nosotros. Además considero muy importante que estemos implicados en actos sociales y que no solo seamos ejemplo para los peques, sino para toda la sociedad.

Una manera de estar más involucrados en la sociedad cacereña es a través de las actividades que desarrollamos durante la temporada con la visita a diferentes centros y colegios para la promoción de hábitos saludables o a través de eventos, pero es cierto que durante este mes las realizamos con más énfasis y frecuencia. Os voy a contar un poco en que se basa este mes y lo que supone para nosotros.

Podría decirse que se divide en tres bloques. Por un lado tenemos la recogida de alimentos para el Banco de Alimentos de Cáceres, donde también involucramos a Sánchez Cortés y Tapería Neptuno. En años anteriores también participó El Montaíto. Por otro lado, junto con la Hermandad de Donantes de Sangre realizamos campañas de recogida en diferentes puntos, siempre con la colaboración de la Universidad de Extremadura. La última línea de trabajo son las asociaciones (Aspainca, Down Cáceres, Aspace, Cocemfe, Andah, Fexas, Novaforma y AECC Cáceres).

Ahí es donde los jugadores participamos más activamente, ya que vamos a hacerles visitas y estamos una mañana o una tarde entera con ellos, echando una mano a los trabajadores y usuarios, aunque realmente no sé quién ayuda más si nosotros a ellos o ellos a nosotros. Esta temporada era la sexta edición, así que yo he participado en todas y os podéis imaginar lo que significa para mí hacer las visitas a los centros.

Los vínculos que hemos ido creando con las asociaciones son muy grandes. Muchos de los usuarios se han convertido en nuestros mayores fans y os puedo asegurar que es algo recíproco. Sobre todo hay un par de chicos (José Vicente y Cristian) que no se pierden un entreno y de hecho se saben las jugadas mejor que muchos de nosotros, jajaja.

Ignacio Lucero, de la Junta Provincial de Cáceres en la Asociación Española Contra el Cáncer, me invitó la temporada pasada a que hiciese una charla-coloquio para explicar lo que significa para mí ser voluntario. En ese momento yo ‘solo’ desempeñaba mis tareas durante el mes de la inclusión y era voluntario oficioso de la AECC --echaba una mano de vez en cuando, ahora ya lo soy oficialmente-- pero la satisfacción y el cariño que recibes al desempeñar estas acciones es tan grande que estaba deseando que llegara marzo para vivirlo de nuevo.

He colaborado con todas las asociaciones excepto Fexas: no sabéis la rabia que me da porque durante la visita realizan un taller de lengua de signos que está chulísimo… ¡Os debo una!

#YoMeQuedoEnCasa porque esta temporada nos ha tocado vivirlo de una manera diferente.