En una ascensión prodigiosa, Leo Messi, la Pulga , ha ido dando saltos, cada vez más grandes, hasta colocarse en la cima del fútbol mundial. Hoy será portada de la revista France Football coronado como el número uno mientras el FIFA World Player le espera el próximo 21 de diciembre en Zúrich de vuelta de Abu Dabi, donde el Barça intentará conquistar el único título que le falta en su museo. Será el diciembre de la consagración definitiva de Messi, quien a sus 22 años destrona a Cristiano Ronaldo y se convierte en el primer futbolista argentino que besa ese balón dorado.

A su lado, en el podio de los mejores del mundo también hay lugar para Xavi, que ocupará la tercera posición en la lista de jugadores más votados por los corresponsales de la prestigiosa revista francesa. Arriba Messi, después Cristiano Ronaldo y luego Xavi, emparedando los dos azulgranas a la estrella blanca un par de días después del clásico.

VIAJE A PARIS Después del triplete, después de marcar 38 goles en 51 partidos oficiales en un curso prácticamente perfecto, Messi empieza a recolectar los premios individuales que le coronan como el número uno del planeta. Hace unos días ya obtuvo el Onze de Oro de la revista Onze y ahora se emparenta con los grandes al tener entre sus manos el Balón de Oro. Un privilegio que tuvo Ronaldinho en el 2005, el último futbolista que holló la cima con la camiseta azulgrana. Precisamente, la estrella que le tendió generosamente la mano a Messi cuando entró, siendo casi un niño (tenía entonces 16 años), en el vestuario del Camp Nou. Se fue Ronnie al Milán arrastrado por la autocomplacencia después de haber levantado al Barça de la depresión y Leo recoge feliz, cuatro años más tarde, el testigo de su amigo.

La agenda de Messi está repleta, con tres partidos en una semana, dos de Liga (mañana el Xerez, el sábado toca el Deportivo) y uno decisivo de Champions (el próximo miércoles en Kiev ante el Dinamo) para garantizarse el pase a los octavos de final. Hay muchos encuentros y varios actos extradeportivos, propios de su condición de nuevo número uno. Falta saber, por ejemplo, si Guardiola se lo lleva mañana a Andalucía para enfrentarse al colista o le da, en cambio, descanso. En Riazor sí que estará el argentino, quien después deberá ir el domingo a París para recoger el Balón de Oro. Será un viaje fugaz. Irá, recogerá la pelota dorada durante un programa de la televisión francesa y volverá luego a casa porque el Barça tiene que volar el martes hacia Kiev.

Messi tendrá un hueco también para disfrutar de su nuevo estatus que le une con las grandes leyendas del barcelonismo que han tenido tal distinción: Luis Suárez, el primer y único futbolista español que ha besado ese balón (1960), Johan Cruyff (1973 y 1974), Hristo Stoichkov (1994), Ronaldo (1997), Rivaldo (1999), Figo (2000, compartido con el Real Madrid) y Ronaldinho (2005).