Lionel Messi dio ayer un primer paso para solucionar sus problemas con la justicia española e intentar acabar lo antes posible con el proceso abierto contra él y su padre, Jorge Horacio Messi, por presuntamente haber defraudado a Hacienda 4,1 millones de euros entre el 2007 y el 2009. Sus abogados Cristóbal Martell y Angel Juarez se reunieron ayer por la mañana con la Fiscalía de Delitos Económicos de Barcelona y comunicaron su disposición a llegar a un acuerdo, que pasaría por pagar las cantidades que reclama la Agencia Tributaria y las multas, a cambio de una rebaja sustancial de su responsabilidad penal, por lo tanto, de las penas que se pueden imponer.

Fuentes judiciales han calculado que la suma de la deuda, los intereses y la multa pueden suponer, si se llega al pacto, una cantidad a pagar por Messi de unos 9 millones. En el supuesto de que no se llegara a un acuerdo, esta cantidad podría ascender a más de 28 millones (4,1 por la deuda y el resto de multa). A esta cantidad se sumarían unos 10 millones que la estrella azulgrana ya ha desembolsado para regularizar su situación en Hacienda por el impago de impuestos durante los ejercicios 2010 y 2011.

Una reforma legislativa del 2012 permite rebajar las penas por defraudar a Hacienda (de uno a cuatro años de prisión) si el acusado paga la deuda y reconoce los hechos dentro del plazo de dos meses desde la citación como imputado. Las multas también se reducen. El auto en que se cita al jugador es del 20 de junio. Por lo tanto, el delantero del Barça y su padre, Jorge Horacio Messi, los dos querellados, aún tienen tiempo para poder llegar a un acuerdo.