Un asterisco al lado de su nombre lo distinguía de los otros 18, escritos en vertical, en un folio con el membrete del club. Llamaba la atención el signo en la aséptica y convencional lista, y no por la pretensión del Barcelona de destacar la presencia de Leo Messi en la convocatoria, sino para advertir de que el delantero no había recibido el alta médica para viajar a Kazán con todo el equipo. Ese requisito, puramente protocolario y formal, se cumplirá mañana por la mañana o no ser que sufra una recaída en el entrenamiento de esta tarde en Rusia.

Situado en medio de la convocatoria, como uno más, Messi lideraba la lista de 19 jugadores del Barça que afrontará frente al Rubin el segundo duelo de la Champions. Ocupó el puesto del lesionado Adriano. El joven Thiago sigue con el grupo y la otra novedad es la incorporación de Eric Abidal. A Pep Guardiola le sobrará un futbolista, que descartará un par de horas antes del encuentro. Seguramente no será el delantero argentino, más ansioso por reaparecer él que no el equipo por recuperarle. El Barça ha ganado los dos encuentros disputados en su ausencia y no siente ninguna urgencia tras la goleada ante el Panathianikos en el estreno europeo.

BOTA DE ORO "La mejor noticia es que esté sano, no que vuelva pronto", dijo Andoni Zubizarreta. El director deportivo, como Guardiola, no tiene ninguna prisa por precipitar el regreso del máximo goleador de la Liga y la Champions. El jueves, al regreso de Kazán, recibirá la Bota de Oro que le acredita como el mejor realizador de Europa. Si marca el primer gol azulgrana, será el autor del tanto 400 del club en la Copa de Europa, uniéndose al grupo de grandes goleadores, como Stoichkov (gol 100), Kluivert (200) y Etoo (300). La lista la inauguró Juanito Segarra.

Messi ejerce un efecto tan tranquilizador entre sus compañeros como intimidante para los contrarios. Guardiola rumiará hasta mañana si le alinea o no; decidirá en función de sus ganas de arriesgar o del estado del césped del pequeño estadio Centralny (28.000 espectadores). No será necesario que se lo pregunte a La Pulga. Ya sabe qué respuesta obtendrá. Messi se siente recuperado y le habría dado una patada al asterisco hace días. Ayer se entrenó con todo el grupo para dejar claro que ansía jugar en Rusia.

Sabe Guardiola la respuesta que recibirá de Leo y sabe qué rival se encontrará. "El Rubin ya ha dejado de ser ese nombre un tanto exótico como parecía el año pasado", dijo Zubizarreta. "Conocerlo es una pequeña ventaja porque ya podemos calibrar las dificultades que entrañará ganarle", añadió el ejecutivo, que como su predecesor Txiki Begiristain se erige en el portavoz del club y la plantilla en los desplazamientos europeos. Fueron tantas esas dificultades que se convirtieron en insalvables.