El deporte le debía una a Alejandro Lombardero Menéndez (La Coruña, 1979). Su historia como futbolista es ya conocida por todo el mundo. Fue campeón mundial sub-20 en Nigeria en el año 1999, junto a Xavi Hernández o Iker Casillas, entre otros. Una enfermedad ósea no le permitió dar rienda suelta a su calidad. Actualmente sigue ligado al fútbol desde un banquillo, en la cantera del Calamonte. Y es muy feliz ahí.

El fútbol es su segunda pasión. La primera, su familia. «Mi hija pequeña empezó a jugar a fútbol con seis años, pero finalmente no salió el equipo y todas sus amigas se pasaron al balonmano. Tras verla jugar, me empecé a interesar e involucrar en un deporte que era totalmente desconocido para mí», narra Lombardero.

Su método se puede extrapolar a deportes colectivos como el balonmano o el baloncesto, entre otros. «Los deportes grupales, al final, son muy similares. Después de ver los partidos de mi hija me daba cuenta que se podían introducir conceptos tácticos del fútbol a este deporte. Lo único que cambia es el pie por la mano, y las distancias», asegura.

Los espacio, la clave de todo. «El secreto es jugar con los espacios, que se crean, se ocupan y luego se aprovechan. Al final lo que interesa a un jugador, sea de fútbol o balonmano, es recibir el balón en las mejores condiciones posibles. Esto se trabaja a partir de la generación de espacios y estos se dan en cualquier deporte», describe.

La revolución de los espacios de Cruyff, versionada por Lombardero y aplicada por el técnico del equipo. «Todos estos aspectos se vienen trabajando gracias al gran trabajo que realiza el entrenador Salvador Macías, yo solo echo una mano porque me gusta, pero el mérito es suyo», reconoce humildemente.

Método y herramientas

En el fútbol, Álex Lombardero también ha intentado dar un giro de tuerca y aportar nuevos aires en Extremadura. Su semilla, en Aceuchal. «Introdujimos la periodización táctica; a los jugadores les costó mucho asimilar y trabajar de esta manera. Es la que usaba Aitor Karanka en el Middlesbrough», comenta.

El fútbol moderno, a escena. «Nunca ordenamos a los jugadores a correr una vuelta al campo, y eso no lo entendían. Trabajábamos el aspecto físico mediante situaciones reales de partidos y, de esta manera, también se trabaja la táctica. Un método súper completo», desvela. Lombardero se empapó de esta corriente en Oporto, donde conoció a Víctor Frade, el creador de este sistema de trabajo.

Su premisa: facilitar la labor al futbolista mediante videos o vanguardistas programas informáticos en 3D. «Siempre intento dotar a mis jugadores de las mejores herramientas, esto no les hará ganar, pero sí les ayudará a ello. Con las chicas de balonmano, también trabajábamos mucho con video», confiesa.

Nada al azar, todo trabajo. «Creo en este método porque me ha dado frutos. En Aceuchal visionaba dos veces el partido y sacaba cortes de videos para mostrarlos a la plantilla. El futbolista es muy egoísta y si vas a un jugador y le dices que ha fallado, intentará echar la culpa a su compañero. Con el video, no. Solo le quedará trabajar para corregir sus fallos», destaca Lombardero.

Cantera y ‘gusanillo’

Actualmente, Lombardero dirige la cantera de Calamonte. «Llevo la coordinación y la dirección de la tecnificación del fútbol base calamonteño y es muy gratificante, porque los niños dan mucho cariño, pero me gustaría volver a entrenar un primer equipo porque creo que podría aportar mucho, aunque ahora no puedo dar el cien por cien de mí», se sincera.

Además de todo lo anterior, Lombardero también trabaja para la Federación Extremeña de Fútbol e imparte clases a las nuevas hornadas de técnicos. «Hay de todo, hay gente con mucha ilusión por aprender y otros que solo asisten por tener el título. Es complicado el tema de entrenar, yo empecé a comprender este deporte cuando me retiré. Al final, lo importante es tener un estilo propio», dice.

Y a pesar de tener nombre en el mundo del fútbol, no cree que eso le dé ventajas sobre otros técnicos para encontrar equipo. «El entrenador debe ser líder por convencimiento, no por autoritarismo. Creo en la preparación y en el trabajo, si tienes mucho nombre pero nada de preparación, al final se verán las carencias», concluye. El sello Lombardero, más allá del fútbol.