La sombra del escepticismo que envuelve el futuro de Michael Jordan desde que dijo que ésta iba a ser la última temporada que juegue como profesional, le obligó, en Atlanta, a "garantizar" su declaración, antes que se celebre la 52 edición del Partido de las Estrellas. "El gusanillo del juego que todavía me picaba ya ha sido controlado y esta vez el adiós si será el definitivo, no habrá una tercera vuelta a la competición", destacó Jordan, de 39 años.

Jordan también explicó que sus intenciones son las de volver a ser presidente de Operaciones de los Wizards de Washington y recuperar sus acciones de propietario minoritario, pero rechazó que tuviese tiempo para pensar en la política, como ya han anunciado los ex jugadores Magic Johnson y Charles Barkley.

"Primero no tengo tiempo libre para dedicarme a la política y tampoco me interesa entrar en una ambiente donde se busca y se persigue con lupa la imperfección", dijo Jordan, que tiene varias demandas pendientes por una relación extramatrimonial y es un gran aficionado al mundo del juego y las apuestas en los casinos.

El exjugador de los Bulls, con los que ganó seis títulos de Liga, reiteró que el original Dream Team, el que participó en Barcelona´92, había sido algo decisivo para que los jugadores europeos comprendiesen lo importante que era enfrentarse a los mejores.