Pekín El nadador llamado a hacer historia tuvo un arranque espectacular. Nadó la mariposa por debajo de su récord del mundo de los 400 metros estilos y, tras aflojar el ritmo, se clasificó para la final de la pasada madrugada con un récord olímpico (4.07.82). "No pensaba que nadara tan deprisa, lo único que quería era estar en la calle central en la final", aseguró Michael Phelps. Se presentó en el poyete de salida sin el bigotito tipo mexicano que había lucido y con un bañador de medio cuerpo.