Mike English ya no es jugador del Cáceres 2016. El club confirmó ayer lo adelantado por este periódico y, aunque esto no lo reconozca por el momento, le busca un sustituto en el mercado que cambie la dinámica en la que está el equipo en los últimos encuentros. No hay ira en las declaraciones del jugador norteamericano (¿habrá habido cláusula anti-rajada en la rescisión?), pero sí cierta decepción por la forma de terminar la relación.

--Ayer dijo que no podía hablar. ¿Hoy ya puede hacerlo?

--Sí, sí. Pregunte.

--¿Por qué deja el Cáceres? ¿Motivos deportivos o disciplinarios?

--La verdad es que no lo sé. Ha sido una decisión del club y no he podido intervenir demasiado en ella. Lo único que hemos hecho ha sido llegar a un acuerdo que fuera bueno para los dos partes. Esto es un negocio. Le deseo lo mejor al equipo a partir de ahora.

--¿Está contento con su actuación en el equipo durante estos meses?

--Sí. Creo que he jugado bien en las oportunidades que he tenido y nadie puede decirme que no he dado todo lo que tenía dentro por este equipo cuando he estado en la cancha. Lo que ha pasado conmigo es que no siempre las cosas salen como uno quiere y tengo que salir del equipo. Sin problema. Esto es así.

--¿Se va pensando que tenía que haber jugado más? ¿Es verdad que ha tenido problemas con el entrenador?

--No, problemas con el entrenador, no. Desde luego que ha sido la primera vez en mi carrera que no he jugado muchos minutos. Pero no es cuestión de eso. Si me piden jugar cuatro minutos, juego cuatro minutos. Si me piden cuarenta, juego cuarenta. Siempre que estuve en el campo hice lo máximo para que el equipo ganase, que era lo único que me importaba.

--¿Se siente una víctima de las dos últimas derrotas en casa? ¿Cuál ha sido el problema?

--No creo que sea culpa de nadie. Lo único que nos ha faltado ha sido poner el balón dentro de la canasta, sobre todo en el tiro desde fuera. Creo que en general hemos jugado bien y que hemos estado unidos, pero esto es el baloncesto.

--¿Con qué se queda de su estancia en Cáceres?

--He estado bien en la ciudad, con la gente, con la afición. Siempre me han tratado muy bien y me han animado.

--¿Y lo peor?

--Pues está claro que tener que irme de aquí. Es decepcionante, pero el entrenador tiene otros planes para el equipo y no me queda otra que respetarlo. No estoy afectado porque sé que he hecho mi trabajo.

--¿Se va con la sensación de que puede jugar en un gran país de baloncesto como España tras sus experiencias europeas en Austria y Hungría?

--Pienso que soy un buen jugador de baloncesto y que aquí se ha visto. Creo que podré volver a jugar en España y seguir demostrándolo, pero ya digo que esto es un negocio.

--¿Qué va a hacer ahora? ¿Ya tiene equipo?

--La verdad es que no lo sé, aún estoy con esto. Voy a esperar a ver qué pasa y después decidiré dónde sigo jugando, creo que puedo tener buenas oportunidades. Quizás vuelva a mi país y esté allí un tiempo, la verdad es que no lo sé aún.