Almendralejo vibró con un ascenso histório. Primero en Cartagena, donde el pelotón de más de mil valientes rompió en llanos de alegría nada más sacudir el pitido final. Los jugadores se fundieron en abrazos al fondo norte del Cartagonova, donde las caras de felicidad eran plenas. Jugadores enloquecidos como Alex Díez, Zarfino o Miranda, que dejaron sus fotografías para el recuerdo. También Willy, que volvió a dedicar un ascenso a su sobrino Pedro.

Especialmente emocionado Juan Sabas, que no se libró de la ducha. «Tenía guionizado lo que podía pasar en este playoff y se ha ido cumpliendo todo lo que tenía previsto. Algunos decían que no trabajaba lo suficiente. Yo pienso 24 horas en fútbol. El fútbol es mi vida. Estoy tremendamente feliz con esta gente, esta afición y esta ciudad de Almendralejo que me lo está dando todo».

Manuel Franganillo rompió a llorar con jugadores y directivos. El presidente que ha llevado de nuevo al Extremadura a la élite solo sabía repetir a pie de césped: «disfrutadlo. Esto es lo más grande y es de todos».

La famosa Fuente de las Ranas, lugar de celebraciones clásicas del Extremadura, volvió a llenarse como hace 20 años para vivir un ascenso mágico. Almendralejenses y ciudadanos de toda la comarca y región quisieron vivir en primera persona este ascenso en Almendralejo.

Tras el ascenso, la plantilla partió directamente a Almendralejo donde descansará por la mañana y le espera un cúmulo de festejos a partir de este lunes. Habrá autobús descapotable, rúa por las calles y fiesta final, posiblemente, en el Francisco de la Hera.

Almendralejo y la región ha enloquecido con el Extremadura. No es para menos. Llega otra vez el gran modesto al fútbol profesional.