MILAN: Dida; Cafú, Stam, Maldini, Kaladze; Gattuso, Pirlo (Ambrosini, m.72), Seedorf (Seedorf, m.80); Kaká; Shevchenko y Hernán Crespo (Tomasson, m.64).

PSV EINDHOVEN: Gomes; Ooijer, Alex, Bouma (Lucius, m.46), Lee; Van Bommel, Vogel, Cocu; Beasley (Vennengoer of Hesselink, m.61), Farfan y Park.

GOLES: 1-0. Min.42: Shevchenko; 2-0. Min.80: Tomasson.

ARBITRO: Kyros Vassaras, griego. Amarilla a Seedorf, Gomes y Ooijer.

INCIDENCIAS: Ida de semifinales de Champions. Hoy, Chelsea-Liverpool (20.45).

El Milan se ha dejado entreabiertas las puertas de la final con un triunfo en casa ante el PSV Eindhoven (2-0), con goles del ucraniano Andreij Shevchenko y del danés Jon Dhal Tomasson, que dejan las cosas muy en su favor ante el partido de vuelta en Holanda.

Dos goles de diferencia que no vienen a marcar la diferencia entre uno y otro equipo. Y es que la teórica gran superioridad técnica del Milan en realidad no fue tal, pues el PSV se permitió tutear especialmente en la segunda mitad a su ilustre rival.

Pero para su pesar, y para fortuna milanista, al conjunto holandés le faltó anoche un asesino de área , un jugador capaz de cazar y convertir en gol los balones que por esa zona pasaron. En cambio, el Milan tiene varios: empezando por el ucraniano Andreiy Shevchenko; un jugador de gran calidad y movimiento, de notables recursos técnicos y que no desaprovecha ocasión que se le presenta; y siguiendo por el menos elegante danés Tomasson, que siempre sabe aprovechar un balón suelto. Y anoche lo volvió a evidenciar al final de cada tiempo.