Johannesburgo Miles de personas recibieron ayer en Johannesburgo, como una heroína, a la campeona del mundo de 800 metros, Caster Semenya, a su regreso de Berlín, donde obtuvo la medalla de oro en los Mundiales de Atletismo y se donde se puso en duda su feminidad. Los concentrados repitieron gritos de "viva Semenya" y "viva Sudáfrica".