Terminó la Copa del Rey con el triunfo de un Barça superlativo. En la actual ACB, y empiezo a tener la sensación de que también en Europa, su gran rival son ellos mismos. Intensísimos atrás y con un juego de ataque con muchos matices, al que Xavi Pascual no deja de dar pinceladas. Y encima va el "temporero" Alan Anderson, contratado en diciembre, y resulta el MVP.

Dignísimo adversario el Real Madrid, al que Ettore Messina ha dotado de un espíritu encomiable. También han brillado en el plano táctico. Pero todo sigue resultando insuficiente. Más allá de la carencia de una superestrella, demasiados de entre sus jugadores se ven superados por los del Barça en los duelos particulares. A Messina, ante la imposibilidad de satisfacer la exigencia máxima que representa su club, se le nota tenso e incluso, avejentado.

En contra de lo que opinan algunos, un partido de baloncesto con anotación baja también puede ser un muy buen partido. La semifinal Real Madrid-Power Electronics Valencia y la final me han parecido buenos espectáculos. Está claro que como entrenador se valoran más cuestiones que un aficionado convencional. No obstante, un ´tempo´ controlado y una buena defensa obligan a los atacantes a mostrar su calidad a la hora de anotar. La emoción y el puñado de "canastones" pueden compensar que no haya intercambio de puntos. Antes de "meterle" a los entrenadores por estos marcadores cortos hay que pensar en la influencia de una línea de tres puntos más lejana.

He andado por Madrid estos días. Me ha gustado el ambiente copero, aunque supongo que el tamaño de la capital lo difumina. Impresionante el escenario, el Palacio de Deportes. Impresionantes las aficiones de Gran Canaria y Caja Laboral, esta la más numerosa. Incondicionales ambas, seguían animando, a solas en el pabellón, bastante rato después de la eliminación de sus equipos. Pensaba en los buenos recuerdos que conservarán los aficionados del Cáceres presentes en León-97 y Málaga-01.

La Copa da para reencontrarte o conocer a compañeros entrenadores, agentes, periodistas, directivos... Gente poniéndote "su disco", lo que incluye de tanto en tanto alguna cuchillada dialéctica a un tercero. Cotilleos varios. Buenos ratos de tertulia, en que se mezclan la reflexión y el ingenio. Algún personaje que no es cómo te lo imaginabas... Un mundillo curioso el nuestro. Lamentablemente, como siempre, lo mejor no puede explicarse. (Tampoco me sean muy malpensados, ¡eh!).