La mezcla entre la experiencia de las jugadoras identificadas con el club y la ilusión de las nuevas es lo que espera el Al-Qazeres que le dé la permanencia dentro de unos meses en la Liga Femenina de baloncesto. Esa química empezó ayer a dar sus primeros pasos con el entrenamiento que tuvo lugar en el pabellón Multiusos.

Jacinto Carbajal, que dirige al equipo una temporada más, ya cuenta con todas sus jugadoras. La única que tuvo un retraso de un día en su incorporación fue la norteamericana Ameryst Alston, que perdió un vuelo en su país natal y no pudo ser recogida el lunes en Madrid. Ayer tuvo que viajar en autobús interurbano desde la capital de España, pero el contratiempo no pasó de ser una anécdota.

Nombres propios

Las demás la esperaban con el deseo de estar todas juntas, de trabajar duro, de empezar a lograr el objetivo desde el minuto cero. Bien se lo habrán explicado a las nuevas ya Carla Nascimento o Elena Corrales, que llevan varios años en el club. La segunda, referente para las canteranas, vivió el descenso del 2014 con una pena inconsolable. Y no quiere volver a sentirla.

De momento, lo que más ha impresionado es la corpulencia de Dubravka Dacic con sus 2,02 de estatura... no exentos de movilidad. Pero también hay ganas por ver en acción a las tiradoras Pamela Rosanio y Ameryst Alston --en su integración será importante lo que pueda ayudarles su compatriota Julie Forster-- o qué puede dar de sí Miriam Forasté, una pívot nacional deseosa de reivindicarse tras un año oscuro.

La pretemporada también va a servir como termómetro para evaluar cómo va la recuperación física de dos jugadoras que sufrieron gravísimas lesiones la pasada temporada: la base catalana Mariona Martín y la escolta placentina María Romero. Ambas no estarán de momento al mismo ritmo que sus compañeras, pero sí se las espera para que en competición contribuyan desde el banquillo en la medida de lo posible dentro de una plantilla que es eminentemente corta. Tanto es así que no se descarta la incorporación de alguna jugadora más con contrato temporal para echar una mano durante los primeros meses.