Mireia Belmonte se quedó ayer a las puertas del podio en la prueba de 200 mariposa, la principal opción española en la jornada de clausura de los Europeos de natación de Budapest para sumar otra medalla. El equipo español vuelve a casa con nueve medallas (cuatro platas de sincronizada, un oro y tres bronces en línea y otro bronce en saltos). Un botín correcto en líneas generales --cimentado en las pruebas femeninas--, pero en el que conviven desde agradables sorpresas como la irrupción de Duane da Rocha y sonoros tropiezos como el de Aschwin Wildeboer.

La natación clásica se ha dejado cuatro medallas por el camino entre los Europeos de Eindhoven del 2008 y los del 2010, si bien hay que matizar un aspecto: en los años olímpicos, muchos nadadores se saltan los campeonatos continentales para centrarse en los Juegos, lo que permite a selecciones con menos potencia brillar más. En año no olímpico, un podio continental cotiza más. En ese sentido, en el 2006, también en Budapest, España salió de las corcheras de vacío, lo que da un valor añadido a las cuatro de esta edición.

Sin duda, las chicas han sostenido a la selección. En categoría masculina, la final de Carlos Vives de ayer en los 400 estilos (fue séptimo) ha sido de las pocas alegrías que ha dado el equipo masculino en la piscina grande de la Isla Margarita. Tras el oro de Rafa Muñoz en 50 mariposa y su naufragio en el hectómetro, solo Aschwin Wildeboer se coló en otra final, de 100 espalda (séptimo), muy poco para él. Marco Rivera, eliminado en las series del 800 y del 1.500, fue otra de las decepciones.

LAS CHICAS MANDAN Mucho más rendimiento han dado las chicas, que han sostenido al equipo en medallas (bronces de Villaécija, Mercedes Peris y Duane da Rocha) y finales (tres de Villaécija, dos de Belmonte, Da Rocha, Patricia Castro y Mercedes Peris, y una de Eider Santamaría). La juventud de algunas de ellas (Da Rocha nació en 1988, Santamaría en 1990 y Castro en 1992) permite augurar un buen futuro en un deporte en el que España no es una potencia.

En la jornada final, Belmonte confiaba en dar la sorpresa en los 200 mariposa por la calle 8, y aunque no pudo escaparse, sí salió con valentía y tocó la pared en segunda posición en los 100 y los 150 metros, pero lo pagó en el último largo.

Mientras, Erika Villaécija y Patricia Castro fueron séptima y octava en 400 libre. El cuarto español en liza en la jornada, Carlos Vives, acabó séptimo en la final de los 400 estilos, un buen resultado a sus 22 años.