Oro en 100 y 200 espalda, 200 libre, 4x100 libre, 4x200 libre y 4x100 estilos. Después de la retirada de Michael Phelps, el trono de la natación mundial se ha trasladado a una mujer. Tampoco parece tener límites, como el hombre que se retiró, tras los Juegos de Londres 2012, con 22 medallas olímpicas, 18 de oro. Melissa Jeanette Franklin, Missy para todos, Misil en el imaginario de la natación, podría estar triunfando bajo la bandera de Canadá, país natal de sus dos progenitores. Pero ella siempre ha vivido en EEUU (nació en California, vive en Colorado y se trasladará a Berkeley dentro de pocas semanas) y su patriotismo le llevó a abrazar la bandera de las barras y las estrella.

Bajo su cobijo, esta nadadora prodigiosa de 18 años, 1,85 metros de altura, 75 kilos y un 47 de pie, está consiguiendo situarse no ya al nivel de Phelps a su edad, sino entre las mejores de la historia cuando solo está comenzando su trayectoria. Ayer inició el relevo de 4x100 estilos con su portentosa espalda y culminó un Mundial (en el que perseguía ocho medallas) con seis oros, tras ser cuarta en los 100 libre y tener que abandonar los 50 espalda tras las series eliminatorias.

Pero da igual. Ya es la nadadora con más medallas de oro en un solo Mundial --con 5 se han quedado Tracy Caulkins (1978) y Lisbeth Trickett (2007)--, y sus seis oros emulan los de Kristin Otto (RDA) en los Juegos de Seúl 1988.

Sun Yang --oro en 400, 800 y 1.500 metros estilo libre, bronce en el relevo 4x200 libre-- y Katie Ledecky --oro en 400, 800 y 1.500 metros libre y en el relevo 4x200 libre-- completarían el hipotético podio de las estrellas de este campeonato.