Seguramente mereció vestirse de corto el viernes, en el partido entre los mejores novatos contra los jugadores de segundo año, pero pesó más la condición de local de Luther Head, el base rookie de Houston que no está haciéndolo mejor que él. Sin embargo, algo es algo para José Manuel Calderón, que pudo vivir el fin de semana de las estrellas de la NBA como comentarista de Cuatro. El extremeño no lo hizo mal con el micrófono delante, haciendo gala de sus habituales condiciones como persona: discreción, prudencia, inteligencia y respeto. Sobre todo respeto.

Hoy, Mister Catering, como le llama el locutor Andrés Montes por su facilidad para alimentar de balones a sus compañeros, tendrá otro día especial, ya que juega con su equipo, Toronto Raptors, en la cancha de los Memphis Grizzlies de Gasol. El partido ha sido designado como el Spain game : los compatriotas de Calderón y de E. T. (mote de Montes a Gasol por su condición extraterrestre ) pueden entrar gratis y son invitados a una cena y un precio especial en un lujoso hotel. En el recuerdo estará el enfrentamiento entre ambos en noviembre, cuando los Grizzlies arrasaron en el Air Canadá Centre.

A Calde se le vio cada vez más cómodo comentando las incidencias de un evento festivo como el All Star, aunque sin entrar al trapo de las jocosas y amables provocaciones de Montes, sobre todo cuando le sugería que base titular de Toronto, Mike James, es "chupón".

José y Loli

Mandó recuerdos a todos sus seguidores en Extremadura y, especialmente, a los de Villanueva de la Serena, donde pronto acudirá para inaugurar el bautismo del pabellón con su nombre. Hasta le preguntaron por el nombre de sus padres. "José y Loli", respondió, recordando la condición de exjugador de su progenitor, al que definió como "un buen alero".

Habló muy bien de sus compañeros Charlie Villanueva ("habla español y me ayudó mucho al principio") y Chris Bosh, el otro debutante del All Star junto a Gasol. "Es un chico tranquilo y resulta muy fácil jugar con él. Tiene unas condiciones increíbles", analizó.

En Houston le acompañaron su mujer, Ana, y su cuñada, que viven la experiencia NBA junto a él en Toronto. Aseguró que no faltan ni el jamón ni el queso en su apartamento, aunque lo primero sea más difícil de conseguir. "Es que lo ven como carne cruda o algo así. Ellos se lo pierden", bromeó. Aprovechó además para saludar al bull Andrés Nocioni o a Sarunas Jasikevicius (Indiana).

El fin de semana ha supuesto un respiro para él dentro de la vorágine de una competición en la que se juegan 82 partidos de liga regular en apenas cinco meses. En gran parte de sus palabras se evidenciaba la admiración hacia Pau Gasol, compañero de generación y que ha sido un modelo y un consejero para él desde que aterrizó en Toronto. "En el partido ha demostrado como es él: no ha querido tirárselas, mostrando respeto por los veteranos", afirmó. Hoy, a las ocho de la tarde en Memphis (dos de la madrugada del martes al miércoles en España) los dos amigos se ven en la cancha otra vez.