Jackson Quiñónez, séptimo clasificado en la final de los 110 vallas de los Mundiales de Osaka, explicó que en los últimos metros sintió una molestia en la zona de los isquiotibiales de la pierna izquierda que le impidieron rebajar el récord de España. Quiñónez igualó ayer, con una marca de 13.33, la plusmarca nacional que había establecido en las semifinales, y cree que de no haber sido por ese pequeño problema del que desconoce el alcance y del cansancio acumulado podría haber mejorado el crono. "La carrera ha ido bien, pero ha sido dura. Son tres carreras a un alto nivel en un campeonato del mundo y el cansancio se nota. Igual ha pasado factura un poquito, igual que una pequeña molestia en el isquio que he sentido al final", explicó el vallista español.