En una selección española envejecida, la presencia de Javier Cienfuegos, un gigantón extremeño de 19 años acabados de cumplir, es como un soplo de aire fresco. El lanzador de martillo, que mide 1,93 y pesa 134 kilos, viene precedido de una temporada espectacular, en la que ha sido bronce en el Europeo júnior y, sobre todo, plusmarquista mundial de la categoría. Ha lanzado el martillo que utilizan los júniors, de 6 kilos, hasta los 82,97 metros, una distancia sin precedentes para un lanzador tan joven. Es la esperanza española del sector. Debutará por la mañana en la calificación, donde intentará superar sus 74,77 metros del año con el martillo de 7,26 kilos. "Para mí, esta competición es como el postre de una gran temporada", asegura sin complejos.