Ha ganado los siete partidos disputados hasta el momento en el grupo XIV de la Tercera División. No contaba ni por asomo el Moralo como favorito para estar en la zona alta de la clasificación, pero ahí está, en la cúspide de la tabla, en contra de cualquier pronóstico y por delante del grupeto de clubs que sí entran en todas quinielas como Cacereño, Jerez, UP Plasencia, Coria o Don Benito.

Humildes, los de Emilio Gil no se quieren bajar de esa lujosa ubicación y prometen pelea para este año. Hay quien dice que el calendario ha ayudado. Yo no lo creo: ayer, por ejemplo, vencieron en Olivenza ante un equipo que ha puntuado en Cáceres.

Es saludable, en cualquier caso, ver al Moralo ahí arriba. A uno particularmente le alegra que se el trabajo de los modestos arroje resultados como éste, aunque analizando la plantilla del Arañuelo nos encontramos con futbolistas tremendos como el lateral Cano o el centrocampista jaraiceño Sergio Gómez, además del hermano de éste, Yoni, capaz de haber anotado un gol en los seis encuentros anteriores. Ayer no jugó.

El caso de Sergio Gómez ejemplifica algo muy repetido: con excelente técnica, lleva muchos años en el Moralo y renunciando a salir fuera porque económicamente no compensa. Un trabajo en su pueblo y el Moralo colman su felicidad. Y es que los futbolistas, a este nivel, ya no tienen los sueldos de hace diez años. Sea como fuere, le da más mérito y demuestra que en Extremadura tiene muy buenos jugadores, sin que se les preste la atención que merecen en muchos de los casos. Y conozco muchos casos.

Se avecina una semana interesante e intensa en Tercera División, con dos jornadas en liza. Ahí estará un Moralo que, pase lo que pase, puede estar orgulloso de lo que está consiguiendo. La moral del Moralo, qué saludable es.