Por tercera temporada consecutiva cambia el Moralo de entrenador al final de liga. José Diego Pastelero sucede a Diego Merino y a Emilio Gil en el listado de técnicos que han pasado por el club con la actual directiva que preside Horacio López. El puesto que deja libre Pastelero tiene ya candidato elegido y este mismo sábado podría anunciar el Moralo el nombre del nuevo entrenador de su equipo en Tercera División.

La salida del pacense parecía clara tras una temporada difícil en lo deportivo y marcada, para todos los equipos, por el abrupto desenlace que provocó la crisis sanitaria. Y eso que tanto entrenador como directiva tuvieron una postura común sobre la resolución del campeonato, coincidiendo ambos en que debían de jugarse las diez jornadas que faltaban. Sin embargo tras decidir la federación dar por terminada la liga el Moralo acabó en el quinto puesto con 52 puntos, los mismos que el cuarto Extremadura B. Precisamente ante el filial azulgrana jugó el Moralo su último partido, perdiendo 3-2 y su puesto en el playoff por peor average particular (empate a uno en la primera vuelta). Con Pastelero el Moralo hizo una buena temporada global, aunque le pasó factura su irregularidad. No perdió en las nueve primeras jornadas, para estar después otras seis sin victorias y acumular once partidos invicto volviendo al cuarteto de cabeza. Pero tres derrotas en la segunda vuelta, incluida la última en Almendralejo, le dejaron sin fase de ascenso.

La directiva asegura que el Moralo se reinventará de nuevo ante las dudas sobre el futuro. «Se abren nuevos caminos y cambios en la sociedad y en el fútbol, vamos a buscar nuestra esencia con un proyecto más modesto», afirma. El club de Navalmoral estima en unos 80.000 euros la cantidad que no ha ingresado tras suspenderse la liga. Antes de concretar las cuentas negocia con la plantilla el cierre de la temporada. En un comunicado oficial el club agradece a José Diego Pastelero, haciéndolo extensivo a su segundo, Óscar Castillo, el trabajo de estos meses: «os deseamos lo mejor en el futuro personal y profesional».

El técnico de El Valle de Santa Ana deja el Moralo con la sensación de un proyecto inacabado. «Habíamos planificado todo para llegar fuertes al tramo final y creo que habríamos terminado bien, mi sensación es que no hemos podido terminar nuestro trabajo», afirma. Apenas un año después de su llegada a Navalmoral deja el banquillo verdiblanco tras una temporada inaudita en cuando a las circunstancias que han determinado su resolución. Nuevos caminos se abren ahora para el Moralo y evidentemente para Pastelero.