Moralo: Carlos Agut, Parri, Lolo, Barbero, Javi, Juli, Tito (Mario, minuto 11), Dani Baños, Fabiani (Lauri, minuto 65), Beni Besale y Crece (Miguelín, minuto 82).

Cacereño: Roberto, Antonio, Chico, Guy, Paco (Samuel, minuto 50), Gervasio, Pelegrín, Gabi (Alfaro, minuto 58), Rai Ortega, Rocha y Sergio (Andrada, minuto 76).

Goles: 1-0, minuto 34: Javi. 2-0, minuto 37: Fabiani. 3-0, minuto 40: Beni Besale.

Arbitro: Santos Hidalgo (1). Roja directa al local Miguelín (minuto 94) por agresión a Antonio. Amarilla a los moralos Mario, Barbero y Dani Baños.

Incidencias: 750 espectadores en el Municipal. Minuto de silencio por la edil Maria Victoria Villalba, fallecida recientemente.

Como la noche y el día, la cara y la cruz, del blanco al negro. Y así las combinaciones que se quiera para explicar la diferencia actual entre estos dos equipos. El Moralo está lanzado, es el líder y de una forma o de otra encuentra la llave para resolver sus partidos; por el contrario el Cacereño está hundido, sin chispa, ajeno al esfuerzo de sus futbolistas. La diferencia de puntos en la clasificación sentencia las diferencias.

El Moralo ha confirmado su candidatura a jugar las eliminatorias por el ascenso tras ganar en el comienzo de la segunda vuelta y alcanzar incluso más ventaja al frente de la tabla. Para el Cacereño, el cuarteto de cabeza sigue quedando lejos, pero lo que es peor, nada parece indicar que pueda recuperar pronto posiciones. En Navalmoral demostraron los de Bernardo Plaza porqué están tan mal. Cometieron errores infantiles en defensa y esta vez ni siquiera pueden excusarse con haber fallado oportunidades claras de gol.

MINUTOS MAGICOS Y en apenas seis minutos solventó el Moralo el partido con los tres goles que le dieron la victoria. En el 31 de partido, Javi resolvió un tremendo lío que se formó en el área de Roberto tras tocar el balón en el poste, su gol era el 1-0. Sólo tres minutos más tarde, Juli corre la banda izquierda dejando el camino a Fabiani, que marca de colocado zurdazo el 2-0. El valenciano, que debutaba con el Moralo, se estrenó como goleador. Y en plena celebración en el graderío llegó el tercero de la tarde. Beni Besale se cuela con inesperada facilidad entre dos zagueros verdes (aunque ayer vistieron de rojo) y marca el 3-0 cuando todavía quedaban cinco minutos para que llegase el intermedio.

Tal derroche de eficacia rematadora dejó muy tocado al Cacereño. Y eso que habían empezado bien el partido con dominio de la pelota y de metros aprovechando que el Moralo prefería dejarse espacio. Sergio llegó a rematar hasta en tres ocasiones, la más clara en el minuto tres se fue a córner. También lo intentó Rai Ortega y poco antes del 1-0 un disparo lejano de Pelegrín rebotó en el larguero antes de irse fuera. El Moralo se había repuesto perfectamente del inconveniente de perder a su capitán Tito por lesión a los once minutos.

IDEAS CLARAS Y aparentemente el partido estaba sentenciado, pero había que jugar la segunda parte y los dos equipos lo hicieron con las ideas muy claras. El Moralo, a dejarse querer y a que corriera el reloj, y el Cacereño, a jugarse sus bazas al ataque si es que le dejaban. Pero el dominio territorial visitante apenas tuvo reflejo en el capítulo de ocasiones de gol, ni un solo remate peligroso del equipo de Plaza tras la reanudación. Y así, claro, el Moralo tenía el partido fácil. Se limitó a defenderse bien y a buscar la contra. Incluso pudo conseguir el cuarto en un remate de Miguelín tras bonita jugada de Mario y Beni Besale.

Los malos modos de Gabi con el público local cuando fue sustituido, la presión amenazadora de dos o tres aficionados visitantes situados detrás del banquillo a Bernardo Plaza o el autobús del Cacereño escondido para protegerlo de sus propios aficionados mostraron en Navalmoral de la Mata imágenes desagradables de un mal Cacereño.