La semana pasa lentamente a medida que se va acercando el domingo y la vuelta de la eliminatoria entre Linares y Moralo (20,00 horas, estadio de Linarejos). Movimiento intenso en el club extremeño, en diferentes niveles, dentro de un ambiente común de satisfacción por como están saliendo las cosas en esta fase de ascenso a Segunda División B.

Los entrenamientos de la plantilla, a las órdenes de Diego Merino, se desarrollan con normalidad contando con que habrá novedad en el once inicial por la baja del sancionado Diego del Castillo. Previsiblemente el pacense Alex González ocupará su puesto. Por otro lado, la directiva diseña con atención el desplazamiento del equipo cuidando todos los detalles; y la afición estará representada en buen número. Al menos dos autobuses se desplazarán y muchos seguidores moralos lo harán en vehículos particulares. Hoy es el último día para conseguir la entrada en Navalmoral tanto para el viaje en autobús (30 euros en total) como en coche (12 euros).

CUESTIÓN DE NÚMEROS / Y buscando puntos de apoyo para una ilusión, a la que en palabras de Diego Merino «no nos ganan seguro», la estadística favorece claramente al equipo de Navalmoral.

En 20 partidos oficiales fuera de casa, esta temporada, nadie le ha hecho al Moralo el resultado que necesita el Linares Deportivo para eliminarlo (3-0 o superior). Ni siquiera el que forzaría la prórroga (2-0) o el que le daría el pase a los verdiblancos por el valor doble de los goles fuera de casa (3-1). Ningún rival le ha ganado por un marcador superior a la ventaja mínima en la, únicamente, media docena de derrotas como visitante.

Fuera del Municipal, incluida la victoria en Barcelona en la primera eliminatoria, el equipo de Merino ha ganado doce partidos, ha empatado dos y ha perdido seis; fue derrotado por 1-0 con el Cácereño y la UP Plasencia y por 2-1 frente al Pueblonuevo, Montijo, Diocesano y Llerenense. 14 goles en contra como visitante en 20 partidos (media de 0,7 goles encajados fuera del Municipal) y 30 a favor (1,5 de media por partido). Seguro que en el entorno del rival muchos dirían que «la estadística está para romperse» y por supuesto en el del Moralo se dice que «vivan los números».