El moralo Oliver Torres, centrocampista del Atlético de Madrid, reconoció ayer haber tenido ofertas de otros equipos para abandonar el club rojiblanco, pero dejó claro que no cambiaría de colores "por nada del mundo".

La joven promesa de la entidad colchonera es el futuro del bloque de Diego Simeone. Poco a poco va teniendo minutos y el canterano del Atlético demostró tener paciencia para triunfar donde se formó. "He tenido ofertas para salir, pero no cambiaría el Atlético por nada del mundo. Mi sueño siempre fue debutar con el primer equipo en un partido oficial y ahora que lo he conseguido solo quiero jugar muchos años aquí. Ojalá pueda retirarme en el Atlético. Tengo enmarcada la camiseta de mi debut. La primera vez que pisé el Calderón sentí algo especial. Me siento muy colchonero", dijo.

Cuestionado por las opciones del Atlético de conseguir el título de Liga, mantuvo el discurso general del club y declaró que "hay que ir partido a partido" porque esa filosofía, de momento, le va bien al club.

"Solo me preocupa el próximo encuentro que tengamos. Si mantenemos el nivel actual llegaremos muy lejos, pero no podemos relajarnos. Ganar al Madrid la temporada pasada, en la final de Copa en el Bernabéu fue muy emocionante. Ver a los aficionados llorar es un recuerdo imborrable. En la Champions no somos inferiores a nadie ni tenemos miedo a ningún rival", comentó el extremeño.

También tuvo palabras para su entrenador, de quien dijo que siempre le ha "apoyado" a la vez que recordó que "al principio" le decía que jugará como "si estuviese en juveniles disfrutando al máximo cada partido". "Me pide moverme mucho, casta y garra. Está muy encima de mí y sigue con interés el trabajo de la cantera. Le debo mucho. No le quiero defraudar", agregó.

Preguntado por los aspectos en los que ha mejorado desde que es integrante de la primera plantilla, explicó que se siente "más maduro" y añadió que verse rodeado de jugadores de calidad "ayuda a progresar".

"Creo que se está gestionando bastante bien mi situación. Cada día que pasa me siento mejor futbolista. Me gusta mi estilo y ser como soy. La gente me quiere mucho. Jugar en el Calderón y escuchar como corean tu nombre es lo máximo que le puede pasar a un futbolista. Tenemos una afición impresionante", culminó.