Vicente Rodríguez y Fernando Morientes se unieron al resto de internacionales españoles en el entrenamiento vespertino en el que Iñaki Sáez subió un grado más en la preparación física, sin olvidarse del contacto con el Roteiro y con tiempo hasta para los lanzamientos desde el punto de penalti para el desempate de uno de los partidos.

El cuarto día de entrenamiento en La Ciudad del Fútbol se cerró con una intensa sesión de trabajo. Tras 24 horas libres, los internacionales apuraron el tiempo de descanso para comenzar con media hora de retraso el entrenamiento previsto en un principio para las 18.00 horas.

Tras los pertinentes estiramientos, los internacionales se pusieron en manos de Manuel Delgado Meco, preparador físico, para realizar diez minutos de carrera continua y otros diez con cambios de ritmo, intercalados tan sólo por sesiones de contacto de balón con el Roteiro, al que ya comienzan a acostumbrarse.

Al mismo ritmo que el resto de internacionales trabajaron Morientes y Vicente. El recién llegado, tras cuatro días de descanso después de disputar la final de Liga de Campeones con el Mónaco, no estuvo apartado. Completó el mismo entrenamiento, en el que la nota positiva la puso Vicente.

El extremo español demostró tener superada la sobrecarga muscular que arrastra desde el pasado viernes y cumplió al cien por cien el entrenamiento, exigiéndose el máximo en el partido a mitad de campo con el que el seleccionador dividió a los internacionales en cuatro equipos.

Fueron 30 minutos de preparación física y otra media hora de partidos competitivos entre los cuatro equipos. Antes de su comienzo realizaron los típicos rondos y Vicente ya demostró su recuperación apartándose del resto de compañeros junto a Albelda, golpeando el esférico con normalidad con las dos piernas.

SAEZ HABLA Mientras tanto, Iñaki Sáez declaró ayer que si ha renovado su contrato al frente de la selección es porque ha visto que los jugadores y la federación han mostrado su alegría.

El técnico renovó su contrato el pasado fin de semana durante dos años más, hasta el final del Mundial de Alemania en 2006, y ayer recibió el apoyo de todos los futbolistas del conjunto español.

"Es un momento bueno. Que el personal que está a mi cargo sepa que voy a seguir es fundamental. Que sepan que con posterioridad seré el técnico, da confianza. Puede suponer incluso algo más en lo referente al rendimiento", declaró.