Hacía años que en una ciudad tan baloncestística como Cáceres no se presentaba oficialmente a un jugador norteamericano. Ayer se rompió la racha con David Patten, el ala-pívot de 23 años que será uno de los referentes del Cáceres 2016. Extremadamente humilde y muy en su papel, más allá de lo deportivo se confesó "asombrado" por la belleza de la ciudad y por su parte monumental, que "tiene los edificios más antiguos que he visto en mi vida", afirmó.

No es de extrañar que lo haga. Californiano de nacimiento y mormón de religión, Patten solo había salido de EEUU para ir a Canadá y México. "Siempre es raro y difícil ir a un país nuevo con otras costumbres, pero creo que aquí me irá bien, estoy contento por ahora", indicó ante una notable expectación mediática en la sede de Econisa, una de las empresas que colaboran con el nuevo Cáceres 2016.

Prefirió mostrarse cauto a la hora de definir su función y pronosticar sus estadísticas. "Puedo jugar como pívot y como alero y estoy dispuesto a hacer lo que me pida el entrenador para que el equipo gane. Creo que hemos hecho una buena plantilla y que podemos hacer cosas interesantes", explicó. A su lado estaba otra cara nueva del proyecto: Jorge García, que se ocupará de las relaciones con la prensa y el departamento de marketing .

Respecto a su religión (la misma que otros jugadores que triunfaron en España como Brian Jackson, Andy Toolson o Steve Trumbo), Patten indicó que, aunque es mormón, su abuela "era católica" y que "gracias a ello" conoce bien otras confesiones. Más que la arquetípica imagen del chico de corbata que llama de puerta en puerta intentando propagar su fe, de él se espera que aporte una mezcla de practicidad y espectáculo. "Prometo muchos mates", indicó. No es de extrañar: fue jugador de voleibol y tiene un gran salto vertical, como se pudo comprobar en el vídeo que se proyectó en su presentación.

Los números que consiguió la temporada pasada en la universidad de Weber State también le avalan: máximo anotador (14,5 puntos por partido) y segundo reboteador (5,4). Ya recuperado de una amigdalitis, solo hay que esperar que confirme las expectativas.