El Ayuntamiento de Moscú ha prohibido la venta de alcohol en el centro de la capital rusa durante el partido de hoy, imponiendo el mismo régimen que rige durante las fiestas nacionales. A partir de las primeras horas de la tarde y hasta el día siguiente, pues, no se podrán adquirir bebidas alcohólicas ni tampoco refrescos en botella de cristal. Rusia y su presidente, Dmitri Medvedev, están pendientes de la victoria de su selección, en cuyo caso el presidente casi con toda seguridad volará a Viena para la final.