Las horas pasan más lentas que en ningún otro lugar en el reloj de Santi Barragán mientras el contador de kilómetros de su motocicleta, ni tan siquiera se mueve. «Se me está haciendo más pesado de lo que esperaba. Casi eterno», desvela el almendralejense que ya ha rebasado el ecuador de su recuperación. Los planes cambiaron el pasado 2 de julio en el circuito de Albacete, cuando una grave caída durante la primera sesión de entrenamientos cronometrados de la prueba manchega le provocó una fractura abierta de tibia y peroné que le ha obligado a pasar dos veces ya por el quirófano.

La primera fue el mismo día en el Hospital General de Albacete, prácticamente de urgencias. Allí estuvo recuperándose unos días antes de regresar a Extremadura con su gente. La segunda operación fue hace menos de un mes, para eliminar los dos tornillos que le sujetaban en la rodilla y encarar ya de manera definitiva la fase final de su puesta a punto. Hoy se cumplen cuatro meses desde la lesión y Barragán ya vislumbra el futuro de otra manera: «hemos pasado lo peor y ahora la rehabilitación ya proporciona más entrenamientos.Las próximas fechas son muy importantes para quedar bien, pero también ya puedes caminar y moverte mejor, algo que se hace mucho más ameno. Toca seguir», asiente.

Paciencia

El piloto del Targobank Easy Race SBK Team se lo toma con paciencia y filosofía, aunque es consciente de que está ante la caída más grave de sus doce años como piloto. «Ha sido una pena porque se ha roto todo a mitad de temporada, justo cuando estaba haciendo mis mejores resultados». Santi había acumulado en las carreras previas tres podios y se mantenía en los puestos cabeceros del campeonato de Europa de Velocidad. Ya no habrá opción de pilotar más esta temporada, puesto que la última carrera tiene lugar en este noviembre, pero, ¿y la próxima? «Pues toca esperar. Esta profesión está cada vez peor. Prácticamente tienes que poner dinero para poder correr y así es muy difícil». Es la cruda realidad de un motociclismo donde se compite a nivel muy profesional, pero se gana a nivel amateur. Los equipos no terminan de apostar económicamente por los pilotos y son éstos los que tienen que costearse a base de patrocinadores gran parte del material. Y patrocinadores cada vez quedan menos.

Barragán no cree que la lesión le vaya a restar opciones de encontrar equipo para el nuevo año ya que «he estado en el podio en varias ocasiones y además he finalizado en los puestos altos pese a la lesión». Su prioridad sería seguir en Targobank, pero tiene claro que «no puede ser con las mismas condiciones. Esperaremos para ver qué movimientos hay. Ahora queda mucho tiempo y tenemos más negociaciones. Me gustaría llegar a un buen acuerdo para las dos partes».

El próximo año desaparece el FIM Campeonato de Europa de Velocidad y las opciones pasan por el Campeonato de España de Velocidad que organiza la federación española. Barragán podrá subirse a una moto a principios de 2017, justo un mes antes de que empiecen los primeros entrenamientos oficiales: «para el inicio del nuevo año debo estar en plenitud de condiciones. Ese es el reto que nos hemos marcado», asegura.

Durante este amplio periodo, a Barragán le ha dado tiempo de hacer muchas cosas. «He leído esos libros que siempre he tenido pendientes por falta de tiempo y me he seguido preparando mi carrera de Ciencias del Deporte». Su pareja y su familia han sido el máximo apoyo, además de su gimnasio: «me encanta la preparación física y planificar entrenamientos me ha dado la vida y me ha servido para estar distraído en otras cosas». Santi Barragán cuenta con un gimnasio en su localidad de Almendralejo, además de dos centros de preparación física especializada, uno en Almendralejo y otro en Mérida. En este tiempo le ha dado tiempo también de reflexionar sobre su futuro. «Claro que es difícil, pero mi deseo es continuar pilotando. Y creo que voy a correr en el 2017», vaticina.