Por encima de llegar a una semifinal de Copa tras de cinco años de espera, la resaca de la visita al Calderón ha dejado muchos residuos en el Madrid. Mourinho se pone fecha de caducidad para junio, la plantilla le apoya como no ha hecho con nadie, Kaká carga contra Benzema, del que dice que podría hacer más y el club ultima el regreso de Van Nistelrooy para dejar al técnico con una coartada menos.

El Madrid es un pozo sin fondo. No hay un día de tranquilidad, ni siquiera después de la victoria. El club parece haber sucumbido ante la agitación que ha provocado Mourinho, cuyo último golpe de efecto ha sido cerrar filas en torno a sus jugadores. "Yo soy vuestro entrenador hasta final de temporada. Estamos solos, pero tenemos que pensar en luchar para ganar". Fue la arenga del portugués.

Luego confirmó que hasta junio estará en el banquillo, aunque en Portugal ya le ven fuera el año próximo. "Después de junio, veremos. Da igual tener uno o 10 años de contrato. Si todos están contentos, los entrenadores siguen; si no lo están, no siguen", dijo Mourinho.

MENSAJE A LA DIRECTIVA Mientras, Arbeloa se permitía el lujo de enviar un mensaje a la cúpula. "Sabemos lo que piensa el técnico de lo que está pasando en la entidad. Estamos con él y pensamos que el club debe apoyarle a muerte. Ojalá que así sea", dijo el defensa blanco. Toda una declaración de intenciones, a la que se unió el resto de la plantilla. Kaka, por ejemplo, no se plantea un Madrid sin Mou. ±No pensamos en lo que pasará en junio. Hoy tenemos un gran entrenador, que se va a quedar hasta cuando hay que quedarse", sentenció ayer Kaká.

Menos corporativo estuvo el brasileño a la hora de enjuiciar a Benzema. Como si hablara por boca de su técnico, el exjugador del Milán no dejó en buen lugar al francés. ±Es un gran jugador. Lo que pasa es que a veces se queda un poco fuera del partido. Creo que podría hacer un poco más y eso es lo que la gente espera. Puede ser importantísimo para el Madrid, pero depende de él", declaró Kaká.

También puede serlo Van Nistelrooy, que podría hacer las maletas con destino a Madrid en las próximas horas. El Hamburgo ha hecho bueno lo de "amigos, pero no perdiendo" y parece dispuesto a la salida del holandés, de 34 años, por dos millones de euros. Hace un año, Ruud dejó el Madrid para recalar en el club alemán y la entidad blanca no recibió un solo euro.