Nada. No tenía nada que decir. Así fue como José Mourinhoresolvió la cuestión que le hicieron sobre la llegada de Pep Guardiola a la Premier. Paradójicamente, tras el anuncio del fichaje del extécnico azulgrana por el Manchester City, uno de los hombres más buscados era el portugués. Antagonista de cualquier historia que tenga al técnico catalan como protagonista prinicipal, el posible enfrentamiento entre ambos en la máxima categoria inglesa se ha convertido en el anhelo de muchos aficionados.

Por ello, aprovechando la presencia de Mourinho en la gala de presentación de la candidatura a la presidencia de la FIFA deGianni Infantino, los periodistas allí presentes no dudaron en intentar saber cuál era la opinión del portugués sobre el fichaje más sonado del mercado invernal. A pesar de las insistencias,Mourinho se mostró impasible y siguió sin dar pista alguna sobre su futuro.