Nairo Quintana, camino de Gandia, meta de la 18 etapa de la Vuelta, rueda en cabeza del pelotón, arropado, entre otros, por José Joaquín Rojas. No se acobarda, con el jersey rojo, porque sabe que, en caso de corte o caída, siempre es mejor situarse delante, pese al peligro de los ogros de los esprints, que detrás, con el riesgo a entregar de forma tonta y absurda unos segundos ganados en la montaña con el sudor de la frente.

Mientras, el danés Magnus Cort Nielsen (Orica) se impuso en la decimoctava etapa de la Vuelta a España, con final en Gandía, en la que el colombiano Nairo Quintana (Movistar) mantuvo el jersey rojo de líder. Nielsen entró en meta con un tiempo de 4h.54.31, por delante del alemán Niklas Arndt (Giant) y del luxemburgués Jean Pierre Druncker (BMC).

Nairo Quintana mantiene las diferencias en la general, aventaja en 3.37 al británico Chris Froome (Sky) y en 3.57 al colombiano Esteban Chaves (Orica). Alberto Contador es cuarto a 4.02 minutos. Hoy se disputará la decimonovena etapa en la modalidad de contrarreloj individual entre Requena y Calpe, con un recorrido de 37 kilómetros.

Nairo tuvo a todo el equipo para él en el Tour, Alejandro Valverde incluido. Y con el ciclista murciano entregado a él, una vez se difuminó la hazaña de acabar entre los diez primeros de la Vuelta, Quintana se dispone a ganar el domingo la Vuelta, aunque antes deberá superar dos etapas que no sin ni mucho menos un trámite y donde en caso de error se puede enterrar el sueño en rojo; este viernes, la contrarreloj de Calp, con 37 kilómetros 'made in' Chris Froome por el camino, y el sábado la ascensión a la base aérea de Aitana (territorio militar) precedida de cuatro subidas anteriores.

Telefónica, empresa propietaria del Movistar, considera al colombiano como una pieza vital para mantener el patrocinio de la escuadra más antigua del pelotón, la que creó José Miguel Echávarri hace tres décadas.