Alejandro Valverde ganó el esprint, el de la consolación. El fue el que puso a tirar a sus chicos, la guardia del Movistar. Hubo un instante en el que hasta siete ciclistas del conjunto de Telefónica iban a la caza y captura del escapado, Mathias Frank, al que tenían controlado y al que parecía iban a sentenciar en cualquiera de los duros repechos finales de la Ribeira Sacra, en la última etapa enteramente gallega de la Vuelta.

Pero tener a siete ciclistas al frente de pelotón no significa que los siete den relevos, que los siete se sacrifiquen, que los siete vayan al esfuerzo máximo, porque la Vuelta 2016 no se va a perder por entrar al relevo en un repecho a la sexta etapa, una de las que tenía anotadas Valverde en su agenda personal.

El que atacó, Dani Moreno no era quien tenía que hacerlo. Pero el que debía, el que podía ganar la etapa, necesitaba que alguien posiblemente más fuerte que él entregara un mínimo esfuerzo, porque Nairo Quintana no perderá la Vuelta, si la tiene que ganar, por hacer un pequeño favor a un compañero entregado en el Tour.

Valverde ganó el esprint de la consolación, el que no valía para nada con Simon Yates victorioso, el ciclista británico del Orica, el hermano gemelo de Adam, el que acabó cuarto en París, al que le cayó encima el arco hinchable del último kilómetro tras atacar en el descenso del Aspin. ¿Qué ha pasado? Se le preguntó a Valverde tras cruzar la meta en octava posición. "Pues que nos quedamos sin equipo y como solo estaba Moreno le dije que lo probara". Pero sin éxito.

En la Vuelta ya se han perdido ocasiones, el tren se ha dejado escapar al menos en tres ocasiones cuando había parado en la estación del Movistar: en la contrarreloj por equipos (por mala suerte) y en Ezaro por reaccionar quizás un poco tarde.

De nuevo, en la sexta etapa (con Darwin Atapuma de líder), Valverde se encontró sin gregarios y sin posibilidad de pelear por una victoria que tarde o temprano debe caer. Las oportunidades no llegarán siempre, sobre todo, como es el caso, si también se pelea por las etapas. Adiós a Galicia y camino ahora camino a Puebla de Sanabria.