Muhammad Ali, aquejado de Parkinson desde 1984, viajó a Filadelfia para despedirse de su gran rival. Ali obedeció al reverendo Jesse Jackson, que pidió a las personas que acudieron al funeral de Joe Frazier en Filadelfia que aplaudieran en honor del excampeón del mundo.

Ali se levantó con dificultad de su asiento y aplaudió a Smokin Joe , el primer púgil que le envió a la lona y le ganó en 1971 en el denominado combate del siglo. Frazier se llenó de amargura durante años por los insultos que recibía de Ali antes de sus combates. El ex-Cassius Clay lloró ante el féretro blanco.