En abril del año pasado batió el récord del mundo, poco antes de colgarse dos bronces en el Mundial. Hace un año, se planteaba dejar la natación. Hace una semana, ni siquiera sabía si el Panel Antidopaje de la Federación Internacional (FINA) le permitiría disputar los Europeos. Ayer, a pesar de tantos "vaivenes y montañas", Rafa Muñoz se colgó en Budapest el oro en la prueba de los 50 metros mariposa. "¡Toma!", gritó golpeando el agua nada más tocar la pared y comprobar que era el nuevo campeón de Europa. "Me ha salido toda la rabia y el coraje", dijo el nadador cordobés, que ahogó sus penas en oro y se tomó más de una revancha, todo en 23.17 segundos.

"Ya que tengo el problema de ser andaluz y no se me entiende muy bien cuando hablo, mi mejor forma de expresarme es en el agua", dijo socarrón nada más ganar su primer oro en un gran campeonato, que se suma a las cuatro platas de la sincronizada y al bronce logrado también ayer por la malagueña Duane da Rocha en los 200 metros espalda.

Muñoz batió el récord del mundo el año pasado, enfundado en uno de los bañadores de plástico --el suyo, rojo-- que revolucionaron la natación hasta que la FINA decidió prohibirlos. Regresó con dos bronces del Mundial y desapareció. Su preparación en Marsella sirvió para rebajar sus marcas, pero también su estado de ánimo. Rompió con todo: con la federación, con la natación y con sus rutinas. Entre ellas, la de informar periódicamente a la FINA de su paradero para permitir controles sorpresa. Tres faltas se consideran como un positivo, pero el Panel Antidopaje le retiró una la semana pasada tras escuchar la alegación del cuadro depresivo del nadador tras sus éxitos.

SIN BAÑADOR DE PLASTICO Pero toda la polémica no parece haber afectado al cordobés, que llegó a estos Europeos con la mejor marca del año (23.45). Solo él pudo mejorar esa marca en la semifinales (23.15), dos décimas más rápido que ayer en la final. "Hemos hecho la mejor marca del año y sin bañador de plástico. Hay poco más que decir", reivindicó.

Es verdad que los 22.43 que esgrime como récord de todos los tiempos va acompañada de un asterisco por el bañador empleado. Ni una plusmarca mundial ha caído este año y el primer tope europeo lo batió ayer el francés Lacourt en la final de 200 mariposa, arrebatándoselo al español Aschwin Wildeboer. Pero no es menos cierto que todos los usaron el año pasado y nadie lo hizo mejor. Ahora, con bañador textil, sigue siendo el más rápido. El de ayer fue el mejor tiempo de la historia con un bañador de tejido normal.