Casi 4.000 pares de ojos escrutaron en la mañana del domingo a Gabriel Muoneke, el nuevo pívot del Cáceres. "¿De verdad que mide 2,01, como dicen los periódicos?", se preguntaron muchos. La respuesta seguramente se aproxime más al 1,99 o incluso menos, un extremo reconocido incluso desde dentro del club. La cuestión que flotaba en el ambiente es saber si podría ayudar al equipo en el futuro, dejando a un lado su irregular debut ante el Real Madrid, aún falto de adaptación a sus compañeros.

8 puntos y 4 rebotes en 20 minutos de juego son números que, evidentemente, aún están lejos de lo que se espera de él. Pero es otra cifra la que está en controversia realmente: ¿cuántos centímetros mide? La diferencia respecto a Derrick Alston, Tragan Tarlac o su compañero Kevin Thompson era considerable. Si se admite que alcanza el 1,99 la conclusión es que el Cáceres ha fichado al segundo pívot más bajo de la Liga ACB, sólo superando el 1,97 de Richard Scott (Jabones Pardo Fuenlabrada).

Lo más habitual será que en el futuro se enfrente a rivales más bajos que los madridistas, lo que facilitará su labor. Su entrenador, Manolo Hussein, le ha demandado ya jugar más cerca del aro.

COMPLEXION FISICA

Al mismo tiempo se observa en Gabe una enorme constitución física, sin duda imprescindible para jugar bajo los aros. Su musculatura es tremenda, prácticamente inédita en un componente de la plantilla del Cáceres. Quizás Gary Alexander sea el único jugador más culturista que él entre los vistos en los diez últimos años en el equipo.

La comparación es inevitable con Deon Thomas. Muoneke es más joven y ágil, pero debería mejorar mucho para alcanzar la técnica individual de su antecesor. Esta afirmación es asumida por el cuerpo técnico, que ha visto en su llegada una nueva posibilidad táctica hasta ahora sólo utilizada parcialmente: jugar con tres grandes al mismo tiempo. Hussein alineó durante algunos minutos del último cuarto a Thompson, Muoneke y Dani García, alternándose estos dos en la posición una posición de alero alto en la que hasta ahora su plantilla estaba huérfana. Ariel Eslava, que casi toda su carrera ha tendido a ser pívot, y Vladimir Petrovic y Hurl Beechum --a menudo superados en defensa por su 1,96-- eran las opciones que manejaba para el puesto el técnico verdinegro.

Aunque llega como jugador interior, algunos informes señalan que el norteamericano de ascendencia nigeriana puede incluso jugar de ´3´. Un dato del domingo es que se atrevió en el tiro exterior, aunque los dos triples que lanzó fueron desafortunados. Su lanzamiento de media distancia pareció más fiable, anotando dos suspensiones a cuatro metros.