El tenista escocés y número tres del mundo, Andy Murray, se ha clasificado para la final del Abierto de Australia, primer 'grande' de la temporada que se disputa en Melbourne hasta el 27 de enero, después de imponerse al suizo Roger Federer (6-4, 6-7 (5), 6-3, 6-7 (2), 6-2), por lo que se medirá en la final al serbio Novak Djokovic, número uno del mundo.

Murray se basó en su servicio para conseguir luchar por el primer 'grande' del año. El escocés se mostró muy sólido en su juego, demostró que le tiene cogida la medida a Federer, con el que tiene un balance de 11-9, y consiguió la victoria para verse las caras con Djokovic.

El escocés comenzó el partido con mucha intensidad. Golpeaba muy fuerte a la bola, se mostraba agresivo e intentaba mover de un lado a otro de la pista a Federer. El suizo, como es habitual en su juego, no corría demasiado y pretendía cerrar los puntos con sus golpes de 'maestro'. Sin embargo, el helvético no tenía el día y no conseguía aprovechar los numerosos errores no forzados de Murray (16 en el primer parcial).

Federer no se encontraba del todo cómodo sobre la pista. No conseguía presionar en exceso el servicio de Murray y sólo dispuso de una bola de 'break' que no consiguió adjudicarse. Así, el escocés se hacía con la primera manga y empezaba a coger distancia.

El control del segundo parcial era suizo. Federer empezaba a pegar cada vez con más confianza y Murray comenzó a sufrir. El escocés, que prefería no perder los nervios, esperaba su momento y se concentraba en no perder su servicio. Así lo hizo, pero el helvético no perdonó en un 'tie-break' muy disputado.

La igualdad volvía al marcador. Nadie había dado por perdido a Federer, ya que en cualquier momento se podía meter en el partido y lo hizo tras adjudicarse el segundo set. Sin embargo, un mal tercer parcial del número dos mundial le hacía que volviera a estar por detrás. El suizo sufría con su saque, sobre todo cuando no conseguía meter el primer servicio y ganaba sólo dos puntos con su segundo saque, lo que le costó que Murray cada vez presionara más al resto.

Murray se veía capaz de volver a imponerse al suizo y se crecía conforme pasaban los juegos. El 6-3 con el que cerraba el tercer set y empezaba el cuarto con ganas de cerrar pronto el partido. Cada vez más, el escocés pegaba con más intensidad a la bola y Federer sufría para devolver sus golpes. Además, el suizo seguía sufriendo con su servicio -con un 54 por ciento de primeros saques- y Murray dominaba los peloteos.

Federer no se rinde

El escocés se hacía con un 'break' que parecía cerrar el partido (6-5), pero el suizo no estaba dispuesto a dar por perdida la contienda. Murray servía para conseguir su pase a la final y en ese momento apareció el mejor Federer para forzar un 'tie-break' que acabaría cayendo de su lado.

Las tres horas de partido al inicio de la quinta manga presagiaba un encuentro maratoniano. Sin embargo, Murray no quería alargar más su victoria y se hacía con una ruptura a las primeras de cambio (2-0). El escocés se centraba en sus servicios, sin dar ningún tipo de opciones al helvético y consiguiendo sus saques casi en blanco.

Murray le devolvía a Federer su estilo de tenis. Dejaba ganar fácilmente sus servicios al suizo y se centraba únicamente en sumar sus saques, hasta que se plantó con un 5-2 y restaba para cerrar el partido y conseguir su pase a la final, donde se medirá con el serbio Novak Djokovic, número uno mundial y campeón de las últimas dos ediciones del torneo australiano.